Rosa Amelia


Imagen Personal y su dimensión física. Tu tipo de cuerpo no es el problema.



¿Qué se esconde detrás del acto de vestirnos?, ¿Nos vestimos para contar nuestra historia o nos disfrazamos? – Mira adentro, despierta y brilla.

Me gustaría tener la certeza de que todas nos vestimos para mostrarle al mundo con orgullo, quiénes somos.

Que cada día elegimos las prendas, según la ocasión, que previamente hemos seleccionado desde nuestro autoconocimiento y después de mucha prueba y error, ya construimos un guardarropa inteligente.

Me gustaría saber que tú, hoy, en el momento en que me lees, estás sonriendo porque sabes que tu imagen es una forma de comunicación no verbal y que cada mañana, al abrir las puertas de tu guardarropa, el último problema que tienes sería no saber qué ponerte.

Ciertamente esa no es la realidad del común denominador de mujeres, y gracias a eso, es que una de mis misiones de vida es llegar al mayor número de ellas con mi mensaje.

Hoy por hoy aún existe un gran % de mujeres que tristemente se visten para taparse, para ocultar su cuerpo porque piensan que es defectuoso, que no es bonito o que no está bien formado.

Todavía hay mujeres que se visten desde la necesidad de encajar o de ser aceptadas.

Lo peor del asunto que te menciono líneas arriba, es que ningún traje costoso o el mejor vestido de diseñador, si no ha sido elegido desde tu autoconocimiento, desentonará con tu espíritu, tu tipo de cuerpo y eso se traduce en tu estado de ánimo.

Imagen Personal y su dimensión física, ¿a qué me refiero con esto?

Te lo cuento con cifras reales:

  • Según un estudio de la marca británica Marks & Spencer, en 2016, las mujeres pasan alrededor de 17 minutos frente al espejo antes de elegir qué usar cada día.

  • Eso se traduce en 4 días al año o 6  meses a lo largo de su vida.

  • De las 2,000 personas que fueron encuestadas (tanto hombres como mujeres), una décima parte confesó que solía llegar tarde al trabajo por este problema y 1 de cada 20  canceló una cita al no saber qué usar.

  • El 15% declaró que terminan eligiendo “ropa equivocada” por lo que se terminan sintiendo mal todo el día. 

  • Un 62 % de las mujeres y el 33 % de los hombres confesaron experimentar “Rabia contra el armario”.

¿Qué sucede cuando no trabajaste tu autoconocimiento?

Imagina, si son 17 minutos por día para escoger qué usarás, teniendo toda tu ropa en tu habitación frente a tus narices,

¿Cuánto tiempo crees que demorarás en un centro comercial para escoger nuevas prendas?

La agencia de investigación de mercado OnePoll, encuestó a 2,000 mujeres y la cifra es la siguiente:

  • Cada año invierten más de 100 horas y 30 visitas para comprar ropa, y 40 horas y 15 viajes en busca de zapatos.

Ahora, te pregunto:

Cuando no encuentras la ropa que te queda bien, ¿a qué se lo atribuyes?

1.- En este centro comercial no hay nada para mi.

2.- No hay ropa que vista bien mi cuerpo, no confeccionan ropa en mi talla.

3.- Llevaré estas prendas, no me encantan pero me resuelven.

4.- No iré al evento, me quedo en casa.

¿Te encontraste en alguno de los supuestos anteriores?

Sea cual sea la razón por la que no estás vistiéndote como te te gustaría sentirte, tu cuerpo no es el problema.

Eso quiero que lo tengas claro. Nunca, jamás, el problema será la forma, tamaño, proporciones o medidas de tu cuerpo.

En este artículo voy a enseñarte varios pasos que puedes hacer hoy para mejorar tu dimensión física, tu imagen personal externa.

¿Alguna vez pensaste en tu ropa como una extensión de tu energía?

Tu ropa no es un detalle menor, es un instrumento que nos ayuda no sólo a concretar nuestros objetivos sino que gracias a ella podemos cambiar nuestras emociones.

Nuestra imagen se conecta desde 4 dimensiones, aquí te dejo el artículo de la semana pasada donde te expliqué de qué van.

Hoy nos centraremos en la dimensión física, esa que habla de tí sin que siquiera abras la boca.

Te dejo algunas pautas que puedes realizar “con” y “sin” un Asesor de Imagen,

SIN EL ACOMPAÑAMIENTO DE UN ASESOR DE IMAGEN, PUEDES:

1.- Sacar absolutamente toda tu ropa, probártela y preguntarte mientras tienes puesta cada prenda, cómo te hace sentir.  Si sonríes, quédatela. Si no te sientes feliz, déjala ir.

2.- Fíjate cómo te queda tu ropa interior.  Sabes que el mensaje de mi marca desde el 2019 es #MiraAdentroDespiertayBrilla. ¿Porqué nos cuesta tanto invertir en calcetines pero si gastamos en otro vaquero?

Tu ropa interior es el armazón de tus outfits, incluso es más importante que los famosos básicos del guardarropa. Si tu ropa interior no te queda bien, no la podrás ocultar.

3.- Ya que decidiste con qué prendas quedarte, revisa que estén en perfecto estado, con los botones completos, la basta a la altura de los zapatos que más utilizas, nada de pelos o bolitas encima.

4.- Sólo quédate con la cantidad que vas a usar. Si guardas  prendas detrás de otras, siempre usarás lo que está a vista.  “Lo que no ves, no existe”.

No creas que tener más prendas habla de un buen guardarropa, no querida, un guardarropa inteligente no es el que tiene más piezas, es el que tiene las prendas correctas para tí.

5.- Tu aseo personal. Las uñas siempre limpias, la calidad de tu piel, tu olor, cómo luces el cabello.  Parece obvio, pero no lo es para todas.  El esmalte de uñas a medio quitar o un par de ellas quebradas, arruinará tu mejor outfit. Tenlo en cuenta.

CON EL ACOMPAÑAMIENTO DE UN ASESOR DE IMAGEN, PUEDES:

Trabajar tu autoconocimiento a través de las herramientas de imagen personal que mejor maneje tu asesor:

1.- Conocer tu colorimetría personal, esto es un estudio personalizado en el que el especialista analiza el color de tu piel, tus ojos y cabello y con ello definir tu estación y subestación, para finalmente explicarte cuáles son los colores que mejor te armonizan tanto en ropa, maquillaje, esmalte de uñas y cabello.

Si quieres saber más de colorimetría, te invito a revisar mis artículos pasados, he hablado bastante sobre la teoría de las 12 estaciones que es la que yo manejo y con la que diagnostico a mis clientas.

2.- Puedes encontrar tu estilo, tu estilo es la manifestación de tu esencia llevada al exterior. No es cierto que no tengas estilo, sucede que nadie te enseñó cuál es el nombre con el que más te identificas y es probable que tus prendas hayan sido comprados por otros y no siguiendo tu intuición.

Encontrar tu estilo te ayudará a tener un norte de lo que vienes mostrando a los   demás de tí par a partir de allí construir una imagen más acorde a tus objetivos presentes y futuros.

3.- Conocer tu tipo de cuerpo, esto es crucial a la hora de vestirte.  No estoy hablando de tu talla, puedes usar small o extra large y no sentir que determinadas prendas así sean de tu talla, te quedan bien. 

Conocer tu tipo de cuerpo hará que sólo compres los cortes, moldes y texturas que te sumarán al estilismo que quieras proyectar con tu tipo de cuerpo. 

4.- Conocer tu tipo de rostro, lo que los asesores de imagen llamamos visagismo, esto es de utilidad para que aciertes con los accesorios, desde el tamaño ideal en aretes, lentes de sol, de medida y con los cortes de cabello y peinados.  No todos los estilistas manejan este concepto en los salones de belleza, es por eso que no siempre sales contenta de esa experiencia.

5.- La creación de un guardarropa inteligente o de tu clóset cápsula, según la etapa de vida en la que te encuentres.

Esto es de vital importancia, no sólo te ahorra tiempo a la hora de vestir sino que cambias el “gastar en prendas que no te son útiles”, por “invertir en prendas que te dan felicidad y producen gratitud”.

Todos los cuerpos pueden verse bien si partes desde el autoconocimiento.

Para finalizar quiero regalarte esta frase:

“Tu calidad de vida será proporcional a la calidad de preguntas que te hagas”

Lo cual quiere decir, por favor, indaga en tí, indaga en qué es aquello que quieres en todos los aspectos de tu vida, hoy hablamos sobre imagen externa, pero para que experimentes plenitud en tu vida, debes poner atención a las 4 dimensiones de la imagen.

Quédate atenta al próximo artículo, seguiremos hablando de la imagen como herramienta multidimensional.

Con amor y pasión, 

Rosa Amelia.


Rosa Amelia


5 errores que estás cometiendo en tu intención de verte más delgada

Nos enseñaron desde pequeñas que teniendo en el guardarropa negro, blanco y marrón, teníamos el guardarropa resuelto, ¡CRASO ERROR! – Mira adentro, despierta y brilla.

Si llegaste a este artículo, es muy probable que lo que deseas cada mañana al vestirte es verte más delgada.  Hoy te voy a contar los 5 errores que más veo en asesorías personales en el intento de conseguir dicho objetivo y pueda que alguno de ellos lo estés repitiendo tú.

Recuerdo cuando era niña que mi mamá era, y palabras textuales de ella: “Una aburrida para ir de compras”, eso se traducía en piezas de 3 colores por diseño.  La misma blusa o vestido en negro, blanco y marrón.

Desde pequeña, mi gusto por los colores y las combinaciones exitosas se veían reflejados en los innumerables outfits que les hice a mis barbies con telas de colores que el papá de mi mejor amiga le había regalado para que jugáramos por las tardes.

Cuando fui creciendo no podía entender porque mi mamá compraba siempre el mismo corte en 3 colores, pensaba: “Te pierdes la oportunidad de variar, se ve súper aburrido usar lo mismo, ni siquiera parece que te cambiaras de ropa, y por último, el marrón te queda fatal”

Llegó el día en que no lo soporté más, jajajaja, si, esa fue una de mis crisis en la infancia, (para la adolescencia ya lo había superado), pero de niña, tuve que decírselo:

  • Mamá, ¿por qué siempre usas lo mismo?, ¿no te aburres de comprar el mismo diseño en 3 colores?, si en lugar de eso podrías comprar 3 prendas diferentes, ¡¡¡¡¡NO ENTIENDOOOOO!!!!!

A lo que ella respondió:

  • Ay Rosa, yo soy una aburrida para ir de compras, no me gusta, cuando encuentro algo que me gusta y me queda, lo compro en 3 colores y me resuelve.

¿Me resuelve?

¿Me resuelve?

Esa frase se me quedó tatuada.

Desde niña pensé que yo no me quería vestir “para resolver”.  Quería vestirme para verme mucho mejor.  Lamentablemente a mi me escogieron la ropa hasta los 12 años, así que mis fotografías de infancia son de terror jajaja

En aquella época no había centros comerciales como ahora, mucho menos internet para hacer compras online.  

Mi mayor esperanza era que mi papá de regreso de sus viajes de trabajo, me trajera ropa de otros países, (él tiene mejor gusto), o que la amiga de mi mi mami que se dedicaba a vender ropa visitando a sus clientas, no me trajera bermudas de niño con polos de estampados disney más grandes que mi torso.

Aún no supero aquel paseo escolar en que fui la única vestida con una bermuda color verde agua pegada a mi redondito cuerpo con un polo de un pato gigante de colores en fondo negro.  Tenía 12 años, ya te imaginarás cómo me sentí durante el paseo.

Para los 13 años ya me había revelado jajaja, empecé a ir de compras por mi cuenta, sin mi mami, con mis amigas o sóla, y desde allí, todo cambió 🙂

A los 17 años ya estaba trabajando en una boutique de mi ciudad vistiendo mujeres de todas las edades, tipos de cuerpo, nacionalidades, y eso abrió mis ojos al mundo de la imagen y desde ese momento, no he parado. ¡ES MI PASIÓN!

Hoy por hoy, al trabajar con mujeres 1 a 1, me doy cuenta que por desconocimiento, caen en errores que se repiten y se repiten. 

Y está bien, nadie nos enseñó a sacarnos el mejor provecho en cuanto a nuestra imagen, y como en mi caso, si tu mami no era una amante de las compras o la moda, pues… tuviste que hacer tu propio camino.

Ahora sí, vamos a revisar,

5 errores que estás cometiendo en tu intención de verte más delgada:

1.- USO COLOR NEGRO PARA VERME MÁS DELGADA:

¿Sabías que puede que estés sacrificando lucir radiante, saludable y descansada por usar un color que probablemente no corresponda a tu temperatura de piel?

En Asesoría de Imagen una de las herramientas más poderosas para resaltar, neutralizar, dar luz, ampliar, agrandar, reducir y un sin fin de “trucos” es EL COLOR.

Utilizándolo de manera asertiva, te ayudará con los trucos de estilismo que consideres para tus objetivos de imagen.

Pero si no conoces tu temperatura de piel y estás usando el color negro con la única intensión de verte más delgada, es probable que te estés aumentando edad, marcando líneas de expresión en el rostro, así como comunicando un mensaje contrario al que realmente quieres transmitir, sólo por pensar que el color negro “te hará ver más delgada”.

Si bien es cierto, el color negro, al ser un color oscuro, disminuye, no es un color que favore a todas las pieles, no es cierto que nos queda bien a todas, y no es cierto que para disminuir visualmente alguna zona de tu cuerpo, este sea el único color.

Al color se le utiliza con estrategia.

2.- USO ROPA 3 TALLAS MÁS GRANDE PARA DISIMULAR MI ABDOMEN: 

Otro error grandísimo es pensar que por usar varias tallas más que tú, te verás más delgada.  La ropa con más o menos tallas por sí sóla no causa el efecto óptico que buscas.

Es importante que conozcas tu tipo de cuerpo, para que de esta manera elijas los cortes que te favorecen.  Vestir un cuerpo con sobrepeso o un cuerpo delgado no tiene reglas en cuanto a los kilos de cada mujer en sí mismos.

Sin importar tu peso, lo que definirá el éxito del outfit es conocer tu cuerpo para escoger los cortes y la talla correcta en base a tus objetivos de estilismo.

Usar ropa muy grande, te puede más bien estar aumentando visualmente unos kilitos más.

3.- ME TAPO TODO EL CUERPO PARA NO SER VISTA:

Si te cuento que yo he usado bikini pesando 90 kilos, ¿qué me dirías?

Existe otra manera de pensar que imagina que mientras más capas de ropa use, se verá más delgada. Con esta idea, se tapan desde el cuello, brazos, piernas, pies, dejando sólo a la vista su  hermoso rostro.

Que si la inseguridad es muy grande, hasta procuran taparlo con el cabello.

Si cubres tu cuerpo con texturas demasiado gruesas con el propósito de tapar tu cuerpo o porque estás en clima frío y le sumas una y otra capa, sólo lograrás verte como uno de los 3 ositos del cuento “Ricitos de Oro”.

Para abrigarte y no aumentar nada de volúmen, existen otros trucos.

  • Si te interesan estos temas de estilismo, suscríbete a mi Newsletter porque voy a ayudarte a no caer en estos errores.

4.- Usar jeans con demasiado spandex en corte pitillo:

El jean pitillo o “skinny jeans” es un corte de pantalón que se popularizó en los años 50s, es un tipo de pantalón con la particularidad de tener un corte muy estrecho y ajustado, el cual se caracteriza porque la parte baja de la pierna tiene la misma anchura que la de la rodilla.

No sé cuál sea el motivo por el que no te has atrevido hasta ahora a probar nuevos cortes, en jeans hay un universo por descubrir, el jean pitillo con demasiado spandex lo único que hace es que parezca que llevas leggins en vez de jeans.

Marca con mucha mayor razón la celulitis, y de tener las piernas gorditas, estarías obteniendo lo contrario a tu objetivo, que me imagino es “sentirte cómoda” ya que el pantalón sede tanto que lo sientes como una segunda piel.

5.- Mangas cortas (4 o 5 centímetros) pegaditas para tapar el brazo:

Si eres de las que se averguenza de sus brazos, y por eso en lugar de usar manga cero o el correcto grosor de tirantes para tu estructura corporal, prefiere taparlos con mangas de 5 centímetros, estás causando el efecto contrario.

Las mangas cortas en brazos robustos aportan más volúmen. 

Si estás buscando ocultar tus brazos porque no te gusta su anchura, la calidad de tu piel o pasaste por subidas y bajadas de peso y eso te hace sentir que tus brazos no son hermosos, taparlos de esta manera hará que resalten más.

Conoce el grosor ideal para tirantes, llamarás menos la atención escogiendo las mangas ideales para ti.

¿Qué te ha parecido el artículo?, ¿Te encontraste en alguno de estos errores?

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Un beso bonita.

Rosa Amelia.


Rosa Amelia


No me gusta mi cuerpo. ¿Qué hago?

Tu cuerpo no es el problema, el problema es lo que crees de tu cuerpo – Mira Adentro, despierta y brilla.

¿Qué pasaría si te dijera que no existe mujer en el mundo que te entienda mejor que yo?

Puedo decirte con seguridad que la historia con tu cuerpo, aunque creas que es la peor, si es que yo misma ya no la viví, créeme, ya la transité acompañando en sesiones de Imagen Personal a alguna hermosa mujer que llegó a mi, con el mismo pensamiento que hoy tienes tú y que yo mantuve por varios años.

Se que las redes sociales hoy proclaman el mensaje del Amor Propio y la valoración personal con bombos y platillos, pero hace 10, 20 años, no era así.  Crecimos en una sociedad donde era evidente que se valoraba mucho más el físico, el envase, por encima del alma, el contenido…y eso, queramos o no, queda grabado en el subconsciente y actuamos sin darnos cuenta en consecuencia de nuestras emociones.

No te quiero mentir, mi caso ciertamente, no era el de “No me gusta mi cuerpo”, a mi lo que me parecía terrible era ser una mujer gorda.  Sí, tal como lo lees.

A los 12 años mi corazón se quebró cuando escuché a mi papá, que era en ese entonces el gran amor de mi vida, decirle a mi mamá que debía llevarme al doctor porque… “esa chica está muy gorda”…..fue honestamente ¡devastador!, mi papá, mi rey, mi cielo, mi todo, confabulaba con mi mamá a mis espaldas para llevarme al doctor porque estaba “defectuosa”.

Al día siguiente mi mamá me acompañó al endocrinólogo, un hombre mayor (que déjame decirte, delgado,…NO ERA).

Lo recuerdo como si fuera ayer, me dijeron que pesaba 67 kilos y que mi talla era 1.68.  Viviendo en una familia donde la que cocinaba (mi mamita) lo hacía todo con frituras, harinas y procesados, era imposible que mi cuerpito de 12 años no tuviera sobrepeso.

Pero el sufrimiento no fue sólo mío.  Mi papá delegó en mi mamá la preparación de las comidas especiales que el doctor me había prescrito, así como las salidas a correr.  ¿Sabes quién sufrió más que yo?, mi mamá.

Yo no sabía hasta ese momento, que mi abuela siempre le había dado frutas, verduras y la había alimentado con comida real, saludable, ella, al casarse con mi papá descubrió

todo un mundo de “manjares” donde las verduras eran lo último que se incluía en su cocina.

Me tenías corriendo varias vueltas al parque con una mamá estresada que ya quería volver a casa para hacer sus quehaceres habituales (ella nunca fue deportista), y encima, tenía la tarea de hacer doble comida, (hasta esa edad yo no  había entrado a la cocina).

Un día no aguanté el maltrato, porque claro, ver a tus hermanos comer papas fritas, bisteces rebozados con harina de trigo y tú comer 3 verduras crudas sin sazón horrorosas, pues los primeros días, no eran lo mío, así que esa noche, me acerqué a mi papá y con coraje y desilusión le dije: “TU NO ME QUIERES, SI ME QUISIERAS ME QUISIERAS AUNQUE FUERA GORDA”, y me eché a llorar.

Mi papá fue muy sabio al decirme, “china, porque te amo, te pongo a dieta, yo no quiero que a mi hija le de un infarto”…después de eso se mandó con la explicación de cómo funciona el corazón y que si no hacía deporte y me alimentaba sano, podía enfermar.

Honestamente, su justificación me dió paz, sentí que fue honesto y empecé a ver el ejercicio y esa comida que hasta ese momento era horrible, de otra manera.

Ya no más salir a correr con mi mamá, me inscribí en un gimnasio, ya no más que mi mamá hiciera mis ensaladas, encontré que si le agregaba cebolla a los platos, todo mejoraba. Cuando cumplí 14 años, modestia aparte, era una de las chicas más llamativas de mi barrio y pues claro, me hice enamorada del chico “más guapo” de la cuadra, hoy padre de mi hijo. (Esa historia te la cuento otro día).

Perooooooooooooooooo, queramos o no, lo que vives de niña te marca, deja huella en el subconsciente, y no te das cuenta.

Mi adolescencia y juventud temprana mantuve un peso estable, delgado y armonioso, mi hijo nació cuando tenía casi 21 años, mi embarazo, lo máximo de dulces que comí fueron los higos que mi abuelita me daba como postre luego de algunos almuerzos, harinas cero, di a luz y de inmediato recuperé mi figura de antes del embarazo.

¿Sabes que estuvo en mi cabeza todo ese tiempo?

¡YO NO QUIERO SER GORDA!

En esa consigna titánica consumí pastillas sin prescripción médica que sólo alteraban mi sistema nervioso central, fumaba y masticaba chicle para engañar a mi estómago, iba a los cumpleaños y reuniones familiares diciendo que ya había comido antes de llegar, pedía el postre para llevar y nunca me lo comía. Me las ingeniaba para que nadie se diera cuenta de que me había convertido en anoréxica.

Te voy relatando mi proceso y recordar cuántos años viví así, Dios, ok, empezó a mis 12 años y lo mantuve casi hasta los 22, en esa etapa de mi vida, ya había salido de la universidad, mi primera carrera fue Derecho y Ciencias Políticas, la curse antes, durante y después de mi embarazo, con decirte q me fui de vacaciones de verano, di a luz y nadie podía saberlo porq mi cuerpo, estaba igualito…, bueno, terminando mi 6to año de derecho decidí criar a mi hijo en exclusiva unos años, y empecé a subir de peso, supongo que el relajo de estar en casa, cocinar para mi niño, para mi esposo, la verdad, no sé qué pasó, de pronto, en 1 año, había subido entre 5 y 7 kilos, que claro, no son muchos, ni tampoco tan notorios, pero mis ojos lo super notaban.

Perfecto, retomemos las pastillas, el gimnasio, la comida sana, y ¡es mejor si no comemos!

DORMÍA FAJADA, literal, me peleaba con mi esposo porque él me decía que no era saludable dormir apretada y yo le decía que no me importaba lo que pensaba, yo iba a marcar la cintura como fuera.

Rápidamente bajé lo subido y continué así por años, añossss, hasta mis 33 más o menos.

¿Te aburrió la historia?, ¿me paso de frente a cómo me amisté con mi cuerpo y mi salud? o ¿está entretenido? jajajaja déjame en los comentarios si te gustan las historias largas o eres más de leer cuando las respuestas están casi en las primeras líneas.

Me separé del papá de mi hijo a los 30 años, luego por vibración (creo que atremos a las personas correspondientes a nosotras en cada etapa de nuestras vidas), conocí a un ariano deportista como yo, cuidaba sus comidas como yo, entrenábamos juntos y nos preocupábamos por el cuerpo físico a la par, al inicio era genial, pero con el tiempo se volvió monotemático (querido negro, no creo que leas mi blog, pero si pasas por aquí, que sepas queeeeee, te quiero mucho, pero hay que ser sinceros) jajaja…..con el tiempo lo que en un inicio me encantó, llegó a aburrirme, sentía que él se preocupaba más de las calorías que yo comía, que yo.

Esa relación empezó a abrir mi panorama cerrado a que realmente, el físico no era lo más importante.

Mi siguiente relación, (y si, tengo que añadir que soy una convencida de que las personas que elegimos para tener una relación,  son nuestros mejores maestros), fue un hombre que a decir verdad, siempre me hizo saber que le daba lo mismo lo que pesara y por fin me pude relajar con el tema.  En esa relación subí los primeros 10 kilos (de casi 30) que luego te contaré.

Tenía conflictos conmigo misma, seguía pensando que SER GORDA era un problema estético, pero a la par, íbamos a restaurantes de cocina del norte de mi país, me hacía recordar tanto a mi papá, era de dar y dar y dar todo lo que tenía, pedía plato tras plato, y uno más y otro para llevar, y nos alimentaba como si fuéramos una familia de 4 jajajajaja.

¿Te diste cuenta de lo que escribí líneas arriba?

Sus acciones me hacían acordar a mi papá, un hombre que lo daba todo, amor, cariño, protección, comida comida y más comida. No me di cuenta, y ya había subido 10 kilos.

Al separarnos decidí no tener pareja por un buen tiempo y cambié mi forma de ver la belleza.  Me di cuenta que esos últimos años con él me habían regalado la libertad de sentirme plena con mi cuerpo, con mi peso y quería continuar sintiéndome así, pero ahora sólo conmigo.

Te contaré que los años siguieron pasando y ahora no decía que no a la comida en las reuniones, decía, “claro que sí y sírveme más”. Entendí que mi valor no estaba ni estuvo NUNCA en cómo me veía sino en lo que le podía aportar a los demás.

Luego de unos años, entendí que si, por salud no podía seguir pesando 94.300, ese fue el peso al que llegué, simplemente porque me dió la real gana.

Hoy por hoy he encontrado mi propio balance.  Cuido lo que como pero no “para verme mejor” sino para alimentar mi cuerpo y con esa nueva consigna es que he ido perdiendo los kilos ganados, creo que ya pasé la mitad del camino y es que tampoco quiero pesar 58 kilos como cuando sólo bebía agua, café y sopitas de verduras jaja. 

¿No te gusta tu cuerpo?, ¿Qué puedes hacer?

No, no te he vendido un título amarillista, es sólo que me gusta escribir y hoy me fui desde la raíz del asunto jajajaja, si te quedas en mi comunidad verás que preguntas A y yo te cuento A B C y D 🙂

Aquí te digo 5 tips que puedes implementar si no te gusta tu cuerpo:

1.- Conoce tu tipo de cuerpo:

No me refiero sólo a la forma que crees que tiene porque te mediste con un centímetro y te encontraste en uno de los 5 tipos universales. Debes tener en cuenta tu talla, tus proporciones, no importa lo que peses, no importa lo que midas, lo que sí importa es que lo conozcas para que en base a ese conocimiento real al día de hoy, y teniendo claros tus objetivos de imagen puedas vestir tu cuerpo sacándole el mejor partido.

No es lo mismo un cuero reloj de arena en talla 1.58 que uno de 1.78, ni tampoco es lo mismo un cuerpo de pera de proporción media, con un cuerpo de pera de volumen amplio.

Recuerda, tus objetivos en imagen no son los mismos que los de otras mujeres, así tengan el mismo peso, y la misma forma de cuerpo, no tienen los mismos gustos, entre otras diferencias.

Si quieres ayuda con eso, puedes ver mi servicio de Morfología y Visagismo aquí.

2.- Dale a partir de hoy mayor atención a tu interior:

No, esto no es trillado, ni soy la madre Teresa de Calcuta.  Lo que sí es cierto es que cuando tú te amas desde adentro aprendes a mejorar tu exterior desde un lugar muy diferente que el odio o el rechazo a tu cuerpo.

Sólo puedes transformar lo que amas y es por eso que quiero recordarte que tienes a tu disposición mi Guía gratuita de 10 días contigo, un descargable para que trabajes durante 10 días tu amor propio y tu autovaloración.  Puedes hacerte de ella aquí. 

1 DÍA A LA VEZ, NO ME HAGAS TRAMPAS.

3.- Embellece la parte que más te gusta de tí:

En vez de ocultar o tapar la parte de tu cuerpo que menos te gusta, mi propuesta es que te enfoques en la que más te gusta de tí.

Siiiiiiiii, que tu foco sea en embellecer la zona que más te gusta de tí, eso te hará sentir más segura.  Por ejemplo, en mi caso, adoro mi cabello, es negrito como lo fue el de mi mami, abundante y sano. Amo llevarlo suelto y bien cepillado, (excepto ahora que en mi ciudad es verano y del moño alto no paso porque me derrito) jajaja.

Mi cabello se ha convertido en mi sello personal, lo conozco, me gusta y le saco provecho, ¡claro que sí!.

Encuentra ese rasgo único de tí y maximiza su belleza, eso hará que dejes de pensar en la zona que menos te gusta de tí.  

4.- Cambia lo que menos te gusta:

Claro que sí.  Mi mensaje va de amor propio, no de conformismo.

No te gusta tu nariz, ok, es algo que en verdad te quita el sueño, dale, busca el especialista que te deje la nariz como la visualizas en tus sueños.

No te gusta tu peso, dale, inicia un entrenamiento que puedas sostener en el tiempo, es decir, encuentra el deporte que haga clic contigo.  No a todas nos gustan los mismos deportes, encuentra el tuyo y no lo dejes. Aliméntate, no comas para llenarte, como para nutrirte y ser feliz.  ¿Sabías que hay alimentos que te dan felicidad? (otro día hablamos de eso).

La idea es que cambies o mejores la zona que no te gusta.  Es muy válido, y no dejes que alguien te diga que si lo cambias es porque no te aceptas, al contrario, porque me amo, busco ser mi mejor versión, sino nadie se pusiera brackets, o se pusiera uñas en gel.

5.- Descarga tu regalo:

¿Sabías que nuestros pensamientos crean nuestra realidad?, 

¿Sabías que lo que nos decimos con frecuencia se manifiesta?

¿Cómo le hablas a tu cuerpo cada día?

Para ayudarte con tu nueva programación, te he grabado un audio.  Quiero que lo escuches al amanecer y que te acuestes oyéndolo cada día. Verás que si no lo interrumpes, al cabo de 21 días habrás formado el hábito de hablarte bonito, de mirarte con otros ojos y cuando hagas eso cada día de tu vida, serás mucho más feliz, porque la gratitud es la endorfina más grande que podemos recibir.

Forma parte de mi comunidad y descárgalo aquí.

Al escribirte esta carta, que aunque tiene la consigna de artículo, siento, que al menos el de hoy, es una carta de corazón abierto y tiene el propósito de llegar a las mujeres que hoy necesitan saber que sin importar la forma de su cuerpo o el peso que tengan, son más valiosas por lo que tienen para ofrecerle al mundo que lo que sus ojos ven el espejo.

Hasta aquí bonita el artículo de hoy, deseo para ti una vida más bonita, más feliz, y más organizada partiendo desde tu amor propio.

Con todo mi amor, Rosa Amelia.

P.d. 1 Mi papá sigue siendo el primer hombre más importante de mi vida.

P.d. 2 Hoy amo las verduras, y no existe almuerzo para mí en que no las incluya.


Rosa Amelia


Dime qué zona de tu cuerpo quieres destacar y te enseñaré cómo hacerla brillar.

Si lo que más te gusta es tu cintura, entonces la marcaremos. Si lo que menos te gusta son tus piernas, pues llevaremos la atención a tu cabello” – Mira Adentro, despierta y brilla.

Bienvenida a la tercera entrega de la Trilogía de Morfología Corporal. En los 2 primeros artículos conversamos acerca de los diferentes tipos de cuerpo que tenemos las mujeres, así como también las razones por las cuales considero que es importante reconocer el tuyo como parte de las herramientas poderosas del Autoconocimiento.

Si es la primera vez que pasas por mi Blog, te dejo aquí el primer artículo y aquí el segundo. Así podrás conocer lo que hemos visto como precedentes 🙂

Una vez que hemos hecho las paces con nuestro cuerpo y hemos dejado los estereotipos sobre “el cuerpo ideal”, podemos pasar a la etapa de reconocimiento. 

¿Qué es la etapa de Reconocimiento?

En esta etapa somos conscientes de las partes que más nos gustan de nuestro cuerpo y que obviamente queremos siempre sacarle el mejor partido, como también las que vemos al espejo y pensamos: “con unos centímetros más (o menos) esta zona se vería mejor”.  

Ojo, ya hemos hablado una y mil veces que no vas a empezar a decirle: “Odio mis brazos, que feas mis caderas o algo como…¿Porqué mis piernas son tan flacas?.  Es completamente comprensible que algunas partes de tu cuerpo te gusten más que otras, pero si te refieres a las menos favoritas con esa sensación de desprecio, no lograrás mejorarlas.

La etapa de reconocimiento es en la que ya aceptaste tu cuerpo como un todo y dejaste de fraccionarlo. No odias algunas partes de él. Lo ves de manera completa, sabes cuáles son las zonas que te encantan y eres consciente de las que quieres disimular.

A continuación te voy a dejar mis mejores tips, (no me gusta llamarles trucos, me hace sentir que juego poker y te estafo jajaja), para que aquellas zonas que no te gustan tanto, pasen a un 2do. plano y dejes de darles tanta importancia.

Lo que yo te sugiero para restarle importancia a esas zonas que no te encantan:

1.- Resalta las que te enamoran: 

Todas tenemos alguna parte de nuestro cuerpo de la que nos sentimos orgullosas. Pueden ser tus ojos, tus labios, tu perfil.  Esa zona pueden ser tus brazos, tus elongado cuello, como pueden ser los dedos de tus manos.  Esa zona que cada vez que pasas por el espejo piensas: ¡Gracias mamá por haberme heredado tusssss…….!

¿Ya la encontraste?…Bueno, en esa zona vas a poner el foco.  Si ya conoces qué es lo que más te gusta de ti, procura siempre lucirla, que esa sea tu zona estrella. Tu sello personal, que a donde vayas esté tan pulida que no te importe que las otras no te gusten tanto.

A mi me encanta mi cabello, y cada día le digo que es hermoso, ese es mi tip para que a pesar de los años, siga estando fuerte, sano y siga creciendo como cuando tenía 15.  Si algún día lo perdiera, le hablaría más a mi nariz, la amo, la heredé de mi bisabuela materna, aunque dicen que su arco era mucho más pronunciado que el mío. Y así puedo ir sumando partes a la lista, porque la verdad es, que al pasar de los años más me gusto.  Y eso quiero para ti. Encuentra esa parte que amas y púlela.

2.- Cuida todas las demás: 

Si te concentras solamente en ocultar lo que no te gusta, pierdes de vista el resto.  Créeme, tú eres la única que no está conforme con esa zona que no quisieras mostrar.  Cuando entra una mujer en una habitación, los observadores no solemos pensar: “Vaya, que fea nariz”, si la mujer que la porta tiene un atuendo prolijo, elegante, su maquillaje es impecable, las uñas las tiene sin un sólo rayón y el labial rojo que lleva parece que estuviera tatuado.

No, eso no sucederá. La impresión de los que la observáramos será de: guaaaauuuu, que mujer tan distinguida, que porte, me encanta la manera en que camina y se conduce. En el momento en que empezó a hablar enamoró con su manera de relatar las historias a más de uno.

¿Ves a lo que me refiero?,  su nariz pasó a un segundo plano.  

Ahora, visualiza a la misma mujer de nariz prominente. Ella se siente fea. Quiere ocultar su nariz y evidentemente, una nariz, a menos que sea operada, pues con make up se puede disimular pero es una zona que estando en el rostro, todos van a ver.  Ella no hizo nada por resaltar su parte favorita y tampoco cuido el resto de su imagen personal.  Se puso lo primero que encontró en el closet (que tampoco tiene acorde a su colorimetría ni ha definido estilo), su andar es desgarbado y hasta se joroba.  Estaba bañada sí, pero no se ocupó ni del perfume ni de pasarse un cepillo por el cabello.  Simplemente llegó a la reunión sin el mínimo mimo a su imagen.

Créeme, todos vamos a ver no sólo su nariz sino su descuido en general.

Ocúpate de tí como un todo, cada zona de tu cuerpo merece cuidado. Las cremas en tu piel, el perfume, el make up (si decides usarlo) son para tí, no son productos que usas cuando tienes pareja o cuando eres invitada a una reunión.  Son parte de tu rutina de amor propio, no te olvides de eso.  Te cuento que a mi, ¡me encanta!.

3.- Fortalece tu amor propio, tu autoconfianza y tu autovaloración:

Ya viene la pesada de Rosa Amelia a hablarme de lo mismo ( puedo leer tus pensamientos) jajaja, pero no me importa.  No me voy a cansar de decírtelo. Una autoestima fuerte vence cualquier sensación de nariz fea. Punto.

A este punto le he dedicado unas líneas en cada artículo y tengo un parcito en su totalidad, así como también te he compartido una guía gratuita para que la descargues directamente aquí.

Si ya la descargaste, me encantará saber cómo te ha ido y si recién la pasas a leer, que sepas que su construcción es en base al trabajo que vengo realizando con muchas mujeres que al igual que tú, se dieron cuenta que para una imagen poderosa, debemos empezar por dentro.

Dicho esto, te voy a compartir 3 de las más frecuentes inquietudes que me encuentro en asesorías, si tú estás buscando respuestas para las mismas preguntas, toma nota:

1.- Rosa Amelia, ¿Cómo hago para que no se me vea la espalda tan amplia, la veo muy grande, creo que es la zona más grande de mi cuerpo?

Concéntrate en Demi Moore (lo siento, Ashton Kutcher sale tan guapo que no lo pude cortar) jajaja. Regresemos a Demi. Ella es un ejemplo de la silueta triángulo invertido. Este cuerpo se caracteriza por tener los hombros más amplios que las caderas como principal característica.

Si reconoces que en tu cuerpo la espalda o la distancia entre tus hombros es la zona más amplia que tienes y te gustaría que visualmente luzca más angosta, que el cuello pico o en V se convierta en parte de tu guardarropa. Para mi es el escote por excelencia cuando queremos crear un efecto visual de alargamiento al cuello y reducción de espalda. 

Generalmente se desarrolla mucho más la espalda cuando la mujer hace algunos deportes como natación. A este cuello le puedes sumar un collar largo que forme una V y acompañe el cuello de tu blusa o vestido.

Los colores oscuros contraen y achican, es otro tip de estilismo no sólo para que tu espalda se vea más angosta. Como regla general, los colores oscuros contraen, los colores claros expanden.

Usa texturas livianas, que las telas no le aporten más volumen. Evita las mangas abullonadas o con muchos bobos porque ellos sumarán a tu espalda y lograrás el efecto contrario a lo que deseas.

Si quieres usar una camiseta de tiras, procura que las mismas sean gruesas, si son muy delgadas, tu espalda lucirá más amplia.

Resumiendo: cuello V, también funciona el redondo, mi favorito es el V pronunciado. Colores oscuros en la zona. No necesariamente negro, puedes usar café (dependiendo de tu colorimetría), vino, azul clásico, verde esmeralda, vino, gris charcol, etc., no le aumentes volumen con telas pesadas y no olvides llevar la atención a la parte inferior de tu cuerpo.

2.- Rosa Amelia, no me gustan mis brazos, pero en verano no puedo taparlos, ¿Qué hago, los veo muy gruesos en relación a mi cuerpo?

Esta mujer me encanta, su nombre es Magdyel Ugaz, lo coloco porque si no eres peruana, tal vez no la conozcas. Para un papel protagónico en una novela nacional se enfrentó a la perdida de 60 kilos. Peri no pierde su estilo. Kilos más, kilos menos, siempre la veremos con cuellos asimétricos y gran escote. Toda esa introducción, para mostrarte cómo es que ella le sacó la vuelta al tema de los brazos y siempre lució su lado más sexy.

La recomendación: luce siempre el antebrazo, tus muñecas y hasta antes del codo son las partes más delgadas de tus brazos. Prueba con los cuellos asimétricos y el ojal o bote. Usa el color que más te guste, siempre respetando tu colorimetría para resaltar tus facciones. 

Muestra piel. No quieres que tus brazos se vean en su totalidad. ¡Ok!, pero no necesitas ponerte poleras deportivas en verano. Tus brazos merecen recibir el sol, tapa lo necesario y enseña un poquito de hombro, un poquito de cuello y un poquito de antebrazo. Verás que te sientes cómoda y no pierdes el toque sexy.

3.- Rosa Amelia, no me gustan mis piernas, son muy flacas. ¿qué hago?, siento que los pantalones me quedan chorreados, no los luzco y con leggins se ven mis piernas más delgadas…

En este caso hay que tener en cuenta tu estilo, si eres más de faldas y vestidos o de pantalones.  Si lo tuyo son las faldas, un corte que te va a quedar bello es el corte en A. Este corte tiene la particularidad de aumentar considerablemente el volumen en la zona de las caderas y forma una linda campana que puede llegar hasta debajo de la rodilla o sobre ella o a las pantorrillas. 

Si te gustan las minifaldas, el que tus piernas sean delgadas no debe limitarte. Aplica la misma regla. Usa un corte en A y listo. Ese corte te va a generar amplitud.

Si definitivamente no quieres que se vean tus piernas, los maxi vestidos son geniales. Los hay en muchos estilos. Es cosa de encontrar los que te gusten y voalá.

Si prefieres los pantalones, mi sugerencia es que marques cintura y que a partir de la mita de la cadera empecemos a abrir el corte. Puede ser con un palazo o con un pantalón pata de elefante. 

Recuerda, no es el tipo de cuerpo que tienes, no tienes que seguir las reglas que alguien inventó para llevar a todos los cuerpos a parecerse al reloj de arena. Sin importar tu silueta, trabaja en base a objetivos.

¿Qué es lo que quieres resaltar?, ¿Qué es lo que te gustaría disimular?. ¿A dónde quieres llevar la atención?

Espero que el artículo de hoy te encante y sigamos aprendiendo juntas. Si te pareció interesante y quieres que lleguemos a más mujeres, compártelo en tus redes sociales. De esa manera me ayudas a multiplicar mi mensaje.

Un beso 🙂


Rosa Amelia


MORFOLOGÍA CORPORAL: ¿Para qué es importante conocer la forma de mi cuerpo?

“Todas las formas de cuerpo son hermosas. Ninguna es mejor que otra, no van de competencia así la teoría te haya hecho creer que hay sólo 1 que es la ideal” – Mira Adentro, despierta y brilla

Cuando estudié la carrera de Asesoría de Imagen, me enseñaron a identificar 5 tipos de cuerpo como universales. Estos son:

1.- Cuerpo Oval o Manzana

2.- Cuerpo Triángulo o Pera

3.- Cuerpo Reloj de Arena

4.- Cuerpo Triángulo Invertido

5.- Cuerpo Rectángulo

Te dejo un gráfico muy ilustrativo para que sepas a qué nos referimos los Asesores de Imagen cuando hablamos de cada uno de ellos, observalo como una guía básica para que sepas cuál es el punto de partida, más no para llevarte por la teoría de manera religiosa ya que como te contaré a lo largo del artículo, debemos tomar varios factores como referencia al momento de dar un diagnóstico personal para cada mujer y sus objetivos:

Para el 2013, año en que cursé la carrera, ya tenía perfectamente entrenados mis ojos con los diferentes tipos de cuerpo que tenemos las mujeres, ya que desde los 17 años empecé como jugando, a trabajar en mis vacaciones universitarias en diferentes boutiques de mi ciudad, vistiendo a mujeres de distintas edades.

La teoría que puedes encontrar en redes sociales y con la que varios colegas comulgan es: “El cuerpo reloj de arena es el mejor. Tiene armonía perfecta entre torso y caderas y la cintura es muy marcada.  Sobre ese ideal hay que trabajar y llevar los otros 4 tipos de cuerpos a que se le asemejen con diferentes trucos de estilismo”

Si has pasado por mis redes sociales te habrás dado cuenta que mi metodología no va de tirar consejos generales acerca de qué le iría mejor a cada tipo de cuerpo. Y la razón es muy sencilla: No todas tenemos los mismos gustos ni los mismos objetivos cuando trabajamos nuestra imagen. Y eso es lo que me ha inspirado a traerte hoy este artículo.

Pierdo la paciencia cuando aparece ante mis ojos posteos con titulares como: ¿Cómo vestir si tienes cuerpo triángulo?: “como tu cuerpo marca mucho más volúmen en la zona inferior que en el torso, no te pongas colores claros abajo, olvídate de los estampados grandes, eso aumentará volumen en la zona. Disimula tus caderas con colores oscuros.”

QUE HORRORRRRRRRR, cómo pueden soltar consejos generales sobre 1 determinado tipo de cuerpo sin saber si esa mujer ama sus caderas y no tiene ninguna intención de ocultarlas. Por cierto, es mi caso y por eso lo he tomado como ejemplo :). Amo mis caderas y me gusta lucirlas y en muchos casos llevar la atención a ellas y resaltarlas con pantalones blancos, o mejor aún, blancos y estampados o vestidos que marquen mi cuerpo. Como Asesora de Imagen conozco muy bien los trucos de estilismo que podría aplicar a mi propio cuerpo ya sea en cuanto a colores y a cortes en las prendas. ¿Pero el hecho de conocerlos quiere decir que los tengo que utilizar? ¡Pues NO!. 

¿Para qué es importante conocer la forma de cuerpo?

1.- Conocer tu tipo de cuerpo es una herramienta poderosa porque es parte del trabajo de Autoconocimiento. No puedes mejorar nada que no conozcas. Si ya tienes un tiempo conmigo, sabrás que mi mayor intención es que aprendas a conocerte y a amarte tanto que desde ese lugar elijas mejorar tu mundo y tu imagen exterior.

2.- Cuando conoces tu tipo de cuerpo mejora tu autoestima porque descubres los motivos por los cuales determinadas prendas no te han quedado bien en el pasado. Si no conoces tu morfología puedes admirar algún vestido en otra mujer y comprarlo por lo lindo que se ve en ella, para finalmente cuando te lo pruebes en casa llevarte tremenda decepción y quedarte horas pensando: “Pero porque no se me ve tan lindo como a ella si somos la misma talla”.

3.- Para hacerte consciente de que no hay nada malo con tu cuerpo y eso quiero que lo tengas muy claro. Lo que sucede es que no todos los cortes de prendas, ya sean pantalones, abrigos, vestidos, los que sean, están diseñados para quedarles perfecto a todos los tipos de cuerpo. Por lo general las marcas se caracterizan por crear moldes para determinados cuerpos.  Conocer el tuyo hará expandir tu visión y empezar a buscar las marcas que trabajan sus patrones para tu tipo de cuerpo.

4.- Tu tipo de cuerpo es TU tipo de cuerpo: No existen 2 mujeres iguales, si formaramos frente a nuestros ojos a 10 mujeres y 5 de ellas pertenecieran al mismo tipo de cuerpo, te aseguro que los objetivos de las 5 no serían los mismos, por lo que, los consejos de estilismo que les daría a cada una serían diferentes en base a lo que quisieran destacar. No sólo se tiene en cuenta la morfología corporal como teoría, se debe evaluar también tu tamaño, tus proporciones y tu complexión física. 

5.- Decidir qué es lo que quieres resaltar y qué zonas quieres mejorar: Partiendo de que ya nos encontramos en el punto en que amas tu cuerpo y le agradeces que cada día funciona perfectamente y te lleve a donde quieres ir, podemos pasar al siguiente nivel que es el de usar todas las herramientas que conocemos los Asesores de Imagen para ayudarte en esos objetivos.  Puedes resaltar lo que más te guste de tí y de esa manera llevar la atención visual de los demás a esas zonas para que las partes de tu cuerpo que sean tus menos favoritas pasen a un segundo plano y no se lleven protagonismo.

¿Qué debo tener en cuenta para identificar mi morfología?

Si tan sólo quieres conocer en qué grupo de los 5 cuerpos te encuentras, basta con que uses un centímetro y sumes, restes y te encasilles -según la teoría- de la imagen que te dejé arriba.

Si lo que quieres es aprender a vestir tu cuerpo, favoreciendo tus atributos y quitándole foco a otros, ten en cuenta 3 aspectos:

1.- Tu tipo de cuerpo: te he dejado descrito los 5 tipos universales al inicio del artículo.

2.- Tu estatura: si eres baja, mediana, alta o muy alta.

3.- Las proporciones de tu silueta: muy delgada, delgada, mediana, voluptuosa, muy voluptuosa.

Identificar todos estos criterios es muy importante porque los consejos de estilismo nunca serán los mismos para una mujer de cuerpo ovalado muy bajita y voluptuosa que para una de cuerpo ovalado alta y de proporción mediana. A una le favorecerán determinados cortes de prendas que a la otra y siempre se trabajará de acuerdo a sus objetivos personales.

Te dejo unas imágenes para que veas a qué me refiero:

Rebel Wilson: Actriz, comediante, cantante y escritora. 

1.- Tipo de cuerpo: Oval

2.- Estatura: 1 metro 59 centímetros (mediana)

3.- Proporciones: muy voluptuosa


Morfología Corporal

Queen Latifah: Cantante, rapera y actriz estadounidense

1.- Tipo de cuerpo: Oval

2.- Estatura: 1 metro 78 centímetros (alta)

3.- Proporciones: voluptuosa


Ambas tienen una morfología corporal ovalada, pero sus demás características son diferentes por lo que las propuestas al momento de vestir, no son las mismas.

Hasta aquí nuestra entrada del día de hoy, como siempre esperando haberte ayudado a conocer un poquito más de tí y que esto te sirva como punto de partida para conocer la forma de tu cuerpo y para qué es importante. Si deseas profundizar en el tema y conocer los cortes de prendas ideales para tus necesidades específicas, puedes contactarme y te acompañaré con gusto a descubrir lo mejor de tí.

Te dejo el enlace: https://rosaameliaalvarado.com/morfologia-y-visagismo/

¡A brillar!


Rosa Amelia


¿Cómo crear un Guardarropa Minimalista?

“Practicar una vida minimalista, entendiendo como tal: usar, conservar y comprar sólo lo que realmente me encante, es la base de una vida más organizada, más bonita y más felíz” – Mira Adentro, despierta y brilla

Y te lo dice la mujer que pasaba todos los sábados en el centro comercial más grande de su ciudad comprando ropa y objetos que nunca usaría, para sentir esa efímera adrenalina que me producía la novedad, aunque al llegar a casa estarían destinadas a ser parte de un grupo grande de piezas olvidadas.

De esto ya más de 10 años…una habitación designada para acumular mis compras compulsivas, racks fabricados especialmente a demanda, horas de vida mal invertidas y mucho, mucho polvo.  

Pero como en todo, o ganas o aprendes. Y de mi aprendizaje es que hoy puedo armarte la mejor guía que podrás leer si te estás iniciando en la vida minimalista y buscas ruta caminada de alguien que ya lleva un “poquito” más de tiempo transitando esta fascinante vida.  Por mi parte, te cuento que actualmente lo aplico a TODO. No sólo a mi guardarropa. 

Hace unos días te dejé un post con 7 consejos para iniciarte en la vida minimalista, nuevamente, lo hice en base a mi experiencia y aplicable a diferentes áreas de vida, échale un vistazo cuando quieras, te la dejo por aquí: https://www.instagram.com/p/CDuKoMGJfJ1/?utm_source=ig_web_copy_link

En esta entrada, nos centraremos en la creación de tu guardarropa minimalista. ¡Vamos por partes!

¿Qué necesito para crear un guardarropa minimalista?

1.- Minimalismo, visto desde mis ojos, no es vivir con carencias ni volvernos miserables:

Eso significa que no entré a practicar esta filosofía de vida por querer ahorrar el dinero que gastaba en compras innecesarias.  Claro, darle un mejor uso al dinero que ya no tienes acumulado cogiendo polvo es una consecuencia de tomar mejores elecciones, pero no es el fin fundamental cuando hablamos de minimalismo.

Quiero dejarte en claro que cuando leas minimalismo no te imagines viviendo una vida de carencias, a medida que avances en la lectura te darás cuenta que es todo lo contrario, la abundancia llegará a tu vida cuando sintonices un estado puro de felicidad, tampoco quiero que caigas en el estereotipo clásico de exigencia de: “si tienes más de tal número de piezas, pues ya no eres minimalista”.

¿Quién carambas puede decirte cuál es el número perfecto para considerarte minimalista?

El número no es lo realmente importante, lo que sí es esencial es que tomes conciencia de que tu guardarropa debe llenarte de regocijo, que tus ojos siempre descansen en belleza y eso no lo vas a conseguir si al abrir sus puertas ves desorden, nunca encuentras nada óptimo para el día, tienes cajas sobre cajas o peor: bolsas sobre bolsas llenas de “por si acasos”.

El 1er. punto, se lo dedicamos a tu pensamiento, a la mentalidad y a crear conciencia de que un guardarropa minimalista no va del número de piezas, no te estreses pensando que para ser perfecto no admite más de 2 pantalones y 2 camisetas. Ese no es el punto. El ideal aquí empieza teniendo claro que no va de volvernos tacaños ni exigentes con el número que tú consideres ideal.

2.- Conocer tu estilo, tu colorimetría, tu tipo de rostro y cuerpo

La base fundamental de tus futuras compras exitosas dependen al 100% de este punto. Ya hemos hablado extensamente de qué es el estilo personal y por qué es importante definirlo. De todas maneras, por si no los has leído, te dejo 2 entradas, aquí puedes leer: Para qué es importante conocerlo – https://rosaameliaalvarado.com/tu-estilo-tu-esencia-tu/

y aquí puedes leer la entrada que hice sobre: Los 7 estilos universales, así tendrás una mejor guía de cómo encontrar el tuyo: https://rosaameliaalvarado.com/los-7-estilos-universales-empecemos-por-el-principio/

Tu colorimetría, podría decirte que es mi servicio consentido, conocer los colores que hacen resaltar tus rasgos naturales, es una experiencia que te acompañará toda tu vida y con la que, a partir de ese conocimiento, tus ojos se entrenarán para comprar directamente lo que sabes, te queda excelente.

Conocer tus proporciones tanto de rostro como morfológicamente harán que sepas qué cortes te quedan mejor, qué tipos de tela, modelos de monturas, ya sean para lectura o gafas de sol.

Teniendo claro este punto, garantizas no incluir nada en tu guardarropa que no vaya acorde a tus facciones, tu estilo, personalidad y características físicas.

Si tienes dudas acerca de alguno de estos puntos, puedes realizarte el diagnóstico que te falte con la especialista en Imagen de tu confianza y si deseas que sea conmigo, puedes ver mis Servicios Online aquí: https://rosaameliaalvarado.com/servicios-online/

3.- Crea un catálogo digital

Partiendo del supuesto que ya depuraste lo viejo, regalaste lo que no es actualmente de tu talla y te quedaste sólo lo que tienes en uso de acuerdo a tu estilo, colorimetría y morfología corporal, el siguiente paso es que armemos categorías dentro del móvil. ¡A que suena divertido!

¿Cómo lo vas a hacer?

Saca fotografías de cada pieza con la que te hayas quedado. Almacénalas en diferentes albumes. Las categorías las eliges tú. Para darte una idea, podrías seleccionarlas así:

  • Partes superiores
  • Partes inferiores
  • Zapatos para salidas
  • Zapatos para andar por casa
  • Accesorios
  • Ropa interior (no la olvides, es el armazón de todo)

De esta manera sabrás exactamente que tienes y qué te hace falta añadir para crear nuevas combinaciones exitosas. La próxima vez que vayas de compras o sientas esa necesidad de ir por algo nuevo, primero le darás una mirada a tus carpetas y de esa manera no agregarás nada innecesario y darás prioridad a lo que tienes marcado como “pendiente de compra”

  • Tip adicional: No hagas este ejercicio apurada. No queremos fotos borrosas, con sombras, mal enfocadas o donde no se aprecian bien los detalles. Tómate 1 día para esto. Míralo como una inversión a largo plazo, 1 día cada cambio de temporada y te aseguro que vas a amarme 🙂

4.- Compra conscientemente

Sabemos que comprar para cambiar nuestro estado de ánimo no es la solución. Eso sólo te hace gastar improductivamente dinero, tiempo y energía.  El dinero finalmente se recupera, o si tienes mucho, pues no lo sientes. ¿Pero, qué me dices de tu tiempo? Tu tiempo es tu mayor activo, ¿sabes por qué?, porque no regresa. 

No existe eso de: “Vamos a recuperar el tiempo perdido”, el tiempo mal invertido queda en el pasado y por más que lo inviertas mejor en el futuro, las horas que usaste en línea pasando tu tarjeta para que a las semanas te lleguen prendas que no usarás es una real pérdida de tiempo y energía.

La próxima vez que quieras comprar algo hazte las siguientes preguntas:

4.1 ¿La prenda que quiero comprar es de la mejor calidad que puedo pagar?

Si la respuesta es no, déjala ir. No queremos añadir una pieza que se deshaga en la lavadora a la primera lavada ni que baje el color manchando a otras prendas.  Cuando compres alguna pieza, siempre compra la mejor calidad que puedas pagar. Es mil veces mejor una camisa que puedas lavar y usar durante mucho tiempo y muchas veces sin perder el color y que se siga viendo impecable, a una que te cueste muy económica y que te dure 3 lavadas.

Si de camisas se trata, te recomiendo las de lino, es un material súper fresco, absorbe muy bien el calor, así como también absorbe muy bien el sudor sin adherirse al cuerpo y evapora el agua rápidamente. Es más fuerte que el algodón y puede verse arrugada pero aquí, entre tú y yo, sabemos que el lino es una compra que va a durarte uffffff y la sensación en la piel es suprema. Como punto adicional, este material no permite que crezcan bacterias. No todos conocen este material, y se entiende, pero ahora que lo sabes, la próxima vez que vayas de compras, añadir una pieza de lino será una buena opción, recuerda tener en cuenta el punto 2.

4.2 ¿La prenda que quiero comprar, puedo usarla al menos con 3 piezas de mi guardarropa actual?

Si la respuesta es sí, ADELANTE. Llévala a casa, corta las etiquetas, ponla en un lugar donde puedas verla y úsala sin esperar “ocasión importante”. Vivir es una ocasión importante. Mientras más pronto la estrenes, mejor.

Si la respuesta es no, detente y pregúntate: ¿Qué es lo que está haciendo que quiera comprar esta prenda? Mi sugerencia es, que si no tienes con qué usarla, la dejes donde está, no te sirve una prenda que no haga match con tu guardarropa actual, sobretodo porque ya has invertido tiempo puliendo su estructura y vas por tan buen camino que añadir esta pieza nueva en vez de traerte soluciones, te traerá dolores de cabeza. 

4.3 ¿La prenda que quiero comprar, me encanta?

Aquí no hay mucho que explicar. Si la viste y te enamoró, es tuya. ¡Llévatela!.  Te tiene que encantar a tí, no tienes que estarle mandando fotografías a tus 3 grupos de amigas en whatsapp para que te la aprueben. No importa la opinión de los demás. No definas tu guardarropa por los gustos de terceros.

No dejes de vestirte cómo tú por opiniones externas. No dejes de ser tú por lo que te digan los demás. Tu guardarropa es una prolongación de tu estilo y escuchar voces de afuera es serle fiel a ellos y no a tí. Aquí me pongo intensa jajaja. Si te gusta y te hace feliz, ¡llévalo!

5.- Encuentra tus básicos y tus neutros perfectos

Tus piezas básicas son muy personales y dependen exclusivamente de tu estilo. No puedo otorgar una lista específica de básicos porque aquí es donde muchas asesoras de imagen generalizan.

No puedes ir lanzando lista de básicos como si todas las mujeres tuviéramos los mismos gustos. La mujer tradicional, seguramente tiene una variedad de camisas blancas porque es un básico para su estilo, pero la misma camisa blanca, a una mujer de estilo dramático no le servirá para nada. De la misma manera que es poco probable que una mujer de estilo creativo tenga una, a menos que no sea una blusa blanca pura, sino que lleve alguna estampa, broches, líneas, formas, texturas, etc.

No puedo decir que un par de jeans son un elemental para todas, porque la mujer elegante no lo va a usar ni para ir al cine. Así de fuerte y claros son los estilos. Como por ejemplo, yo no usaré un jogger de algodón ni para estar en mi casa jajaja. Ves, en cuestión de estilos, la recomendación es que encuentres tus propios básicos. Suma tus neutros y juega con ellos. Estas piezas son las que serán el armazón de un excelente guardarropa minimalista.

Hasta aquí, la entrada de nuestro querido blog de hoy. Te agradezco haber llegado al final, te invito a pasearte por las nuevas botoneras, que conozcas los nuevos servicios, así como también, si el contenido te ha parecido de valor, compartirle la nota a las mujeres que ames. Puedes seguirme en mis redes sociales, abajo encontrarás los iconos que te llevarán directo.

Nos vemos aquí cada viernes, misma hora, mismo canal 😉