Rosa Amelia


No te diré qué usar, te preguntaré: ¿Cómo te quieres sentir?

“Nadie en el mundo debe decirte qué puedes o no vestir teniendo como referente tu tipo de cuerpo, ni tu Asesor de Imagen” – Mira Adentro, despierta y brilla

Hola hermosa, gracias a tu preferencia y a la votación que realizamos durante la semana en redes sociales, Morfología Corporal se extiende a una segunda entrega y formará parte de una trilogía.  Así que atentisima para no perderte la próxima semana el artículo que cerrará este tema tan controversial y que últimamente nos está trayendo dolores de cabeza.

¿Cuántas revistas de moda has leído con titulares que de forma imperativa te dicen qué es lo que debes vestir si tienes tal o cual tipo de cuerpo?

¿No eres de revistas?, ok, ¿cuántas cuentas en redes sociales te has encontrado de “expertos de moda” diciéndote que debes usar y qué no, por determinadas características físicas?, ¿programas de televisión nacionales o extranjeros?.  Hoy te cuento un poco cómo nace esta idea que algunos Asesores de Imagen contemporáneos continúan implementando en sus clientes al pie de la letra, guiados por sus emblemáticas estrellas…

Reino Unido, 2001, nace el programa “What Not to wear” (¡No te lo pongas! – en español), era un reality show presentado por Trinny Woodall y Susannah Constantine. Posteriormente, en el año 2006, el programa empezó a ser conducido por Lisa Butcher y Mica Paris.  Estados Unidos no se quedó atrás y en el año 2003 Clinton Kelly y Stacy London empezaron la conducción de una serie que fue grabada en 10 temporadas y de la que estoy segura, TODOS tenemos recuerdos.

¿De qué trataba exactamente?

Dos expertos en moda junto al reconocido estilista Ted Gibson y la maquilladora Carmindy tenían como misión transformar el aspecto físico del participante en turno.  Ofrecían una tarjeta de crédito con una cifra alrededor de los $5,000.= para que pudiese comprar prendas nuevas, e invirtiera en un nuevo guardarropa y a su vez en un cambio de estilo.

¡Que bien suena eso!

¡No señoras!, “siempre hay que leer las letras pequeñas…” o en este caso, poner en una balanza qué tanto estás dispuesto a aceptar como regla de 2 completos extraños a cambio de “tantas bondades”, pues, aquí te lo recuerdo: 

1.- Debían deshacerse de cada prenda de su guardarropa antiguo, si por mala suerte a sus 2 flamantes asesores no les gustaba lo que veían. Sin piedad, sin miramientos, sin importarles si al participante le traía recuerdos, aprecio emocional, se sentía cómodo o feliz. Simplemente se irían a la basura.

2.- Seguir al pie de la letra los cambios que los expertos les indicaran. Si proponían corte de cabello, se cortaban el cabello. Si proponían tacos del número 10, pues caminando como flamencos tenían las mujeres que terminar la serie. Que si la ropa multicolor era lo que tocaba, pues ponte todo encima y sal así por las calles.

Nunca se respetó la opinión del participante, y con esa serie crecimos muchos amantes de la moda y de la imagen. Con esos referentes como expertos de lo que se supone está bien.  Pero como en todo, crecemos y decidimos que adoptamos de los pioneros y que definitivamente dejamos ir y sólo recordamos en momentos como estos en los que quiero contarte un poco el por qué mucha gente aún le tiene rechazo a mi profesión.

¿Todos los Asesores de Imagen son así?

Pues no. Como en toda profesión hay de todo. Hay los que se especializan en moda y tendencias, otros que combinan una primera carrera con Imagen Personal o Empresarial, pudiendo ser Coaching, Psicología, Comunicaciones, Marketing, Nutrición y así un sin fin de profesiones afines.  En este punto quiero ser completamente honesta contigo, aún existen los que llenan sus redes sociales criticando el cuerpo de los demás o las elecciones de diferentes figuras públicas y hasta tienen secuencias en las que se autodenominan: “Críticos de Moda”.

Por mi parte, siempre he pensado que si no tienes nada positivo que decir, mejor no digas nada.  ¿Quién carambas tiene derecho de opinar sobre lo que se pone otra persona porque la teoría dice que determinado cuerpo se ve mejor con tal o cual otra prenda?

Hay 3 cosas que debes saber antes de solicitar una Asesoría de Imagen:

1.- ¿Qué es lo que quieres conseguir con un cambio de Imagen?

Me encanta que puedas hacerte estas preguntas antes de iniciar una o varias sesiones con el Asesor de Imagen que decidas contratar. Tienes que estar muy clara de los motivos por los cuales te acercas a pedir asesoría a un profesional.  Puede ser que los motivos que te lleven a contratar uno sea un ascenso laboral, un cambio de trabajo, inicias un nuevo emprendimiento y como imagen de tu propia marca necesitas darle armonía a tu mensaje, tal vez atraviesas por un cambio de estado civil, esos me encantan, son mis favoritos. 

Las mujeres que llegan a mi por una separación siempre esconden detrás de un cambio de imagen la necesidad de sentirse nuevamente hermosas. Lo que no saben es que ese poder no lo tengo yo, siempre está dentro de ellas, lo que yo hago es dar una limpiadita a sus lentes para que puedan verse como yo las veo cuando las conozco.

Sea cual sea el motivo, tenlo claro antes de contratar un profesional.  De esa manera tu tipo de cuerpo servirá como un referente para conseguir vestirlo acorde a tus objetivos, mas no como una limitante.

2.- ¿Cómo te quieres sentir al finalizar una Asesoría de Imagen?

Eso que guardas en tu corazón y que no se lo dices a muchos, eso vas a tener que compartirlo con tu asesor. Así que mi sugerencia es que busques a uno con quien te sientas súper en confianza y que te provoque contarle tus más grandes anhelos.  Esa será la mejor manera de que juntos trabajen para conseguir el resultado que aún sin saberlo ya lo estás buscando.

3.- Un cambio de imagen externo no podrá sostener una autoestima débil.

Siempre dejo lo más bonito para el final.  Si crees que un cambio de imagen externo es la solución para tus problemas, estás equivocada.  El cambio de imagen externo por sí solo, funciona como la carroza de Cenicienta, a medianoche se convierte en calabaza.  Es por eso que quiero que sepas que un corte de cabello, maquillaje y nuevo guardarropa no harán el trabajo que tú debes hacer contigo misma.

Cambiarte cada mañana con ropa limpia y que te encante, por supuesto que eleva endorfinas. Basta con mirarte al espejo y gustarte lo que ves hace que sonrías y la sonrisa envía un mensaje a tu cerebro de felicidad y en ese estado te mantienes.  Pero ¿qué sucede cuando no traes el cabello cepillado o no te maquillaste o te quitaste la ropa nueva?.  Es allí donde quiero que te detengas y que no le entregues todo el poder a un cambio de Imagen.

Te quiero fuerte, te quiero sana, te quiero ver brillar y para eso he diseñado una Guía Práctica para que reconectes con tu autoestima y amor propio y la puedes descargar de forma gratuita aquí: https://rosaameliaalvarado.com/

Son 10 días para que trabajes contigo y te aseguro que si le das la importancia que tiene, al cabo de 10 días vas a sentirte mucho mejor en todos los aspectos. Mis mentoreadas dan fe de ello, yo doy fe de ello jajaja. Es una guía que trabajo en mis sesiones de Acompañamiento One to One, pero que sin necesidad de que yo esté al otro lado guiándote, puedes empezar tú misma desde hoy.

Confío en que si sientes que te falta un cachito para convertirte en esa mujer poderosa que se que vive dentro de tí, harás la tarea y me contarás tus resultados.

Nos vemos por aquí el próximo viernes y por mis redes sociales cada día te doy los buenos días.

¡Te Amo!

Rosa Amelia 🙂


Rosa Amelia


No existe sueño pequeño ni meta imposible – Estoy en TedxLima

“Cuando empiezas a creer en ti, tus sueños empiezan a materializarse” – La vida es un océano de múltiples posibilidades, sólo tienes que dar el primer paso.

Quiero empezar agradeciéndote estar aquí. Sea cual sea el motivo que te haya hecho darle clic a este enlace, que sepas que estoy aquí para recordarte lo valiosa que eres, y sin importar lo grande o difícil que puedan verse tus sueños, pues que no desistas, no abandones, no los olvides. Si está en tu corazón y puedes verlo con los ojos cerrados, es porque ya existe, solo falta que se materialice.

Pero, ojo, tus sueños no van a hacerse realidad si te quedas echada en la cama viendo “La Rosa de Guadalupe” (las compañeras latinas sabrán de qué les hablo). No. Los sueños se trabajan. No importa que tan lejos lo veas, que tan inalcanzable sientas que está tu objetivo.  El primer paso que debes hacer es CREER EN TÍ.

Gran parte de mi vida pensé que era capaz de muchas cosas, sacar buenas notas, entrar a la universidad a la primera. Terminar las carreras que eligiera. Estudiar se me da bien. Estar con el chico que me gustara también puede considerarse dentro del paquete, (hasta el momento claro, jajajaja, bueno, Arjona no está en la lista, por más conciertos que fui, nunca me ha visto jajaja)…

El punto es, que al crecer bajo la protección económica de mis padres y casarme muy joven con un hombre que también me lo daba todo, sin darme cuenta me annulé.  ¿Sabes qué es lo más increíble de todo esto?…que yo no lo sabía, no me había dado cuenta.  Nunca me he sentido menos que nadie, al contrario, siempre me he considerado muy afortunada dentro del entorno socioeconómico, he tenido la posibilidad de estudiar en el mejor colegio que pudieron pagar mis padres y graduarme en Derecho y Ciencias Políticas en una universidad privada.

He viajado a muchos países, conozco otras culturas y si mi inglés no es perfecto no ha sido por falta de oportunidades.  Todo eso siempre me hizo creer que me amaba. Lo cierto es que tenía todo, menos AMOR PROPIO.

Pero la vida que es muy sabia, me puso años atrás en una situación en donde me vi obligada a evaluar qué había hecho yo realmente por mi economía.  Yo, Rosa Amelia, como ser individual. No lo que me pudieron dar mis padres, no lo que me pudo haber dejado mi esposo, no lo que me compartieran mis parejas (que desde aquí un saludo grande, si alguna vez pasan por aquí, que sepan que les agradezco cada entrada al cine, teatro, concierto, viajes y todo lo que aportaron en su momento a mi vida).  

En ese momento, sentí que el mundo se me venía encima.  Yo no trabajaba por necesidad económica.  Trabajaba por felicidad. Atender a mis clientas siempre me había llenado el alma. Esperar como una niña a que llegara el viernes para comprar brownies y ver películas de terror con mi chino (así le digo usualmente a mi pequeño, ya hoy de 18 años), era una de las cosas que más feliz me hacían.

Yo trabajaba y ganaba dinero sí, pero no era suficiente para hacerme cargo al 100% de mi, de mi departamento, de mi hijo, de nuestros estudios, alimentos y todo lo que conlleva ser independiente.

Hoy miro atrás a esa mujer a la que, cual balde de agua fría le cayó de pronto la noticia que se encontraba con ella y su hijo y mucho aprendizaje por delante.  Me gustaría decirle que ella es fuerte, que ella es grande, que ella puede. Me gustaría pararme frente a ella y contarle que en un futuro no muy lejano ella estará enseñándole a muchas mujeres de lo que son capaces. Y que su mayor felicidad será dedicar su vida a ayudar a cumplir sus sueños.

Esa mujer que pensaba que no era capaz de alcanzar grandes cosas por ella misma hoy se siente más fuerte y poderosa que nunca.  No se porque hablo de esa mujer como si fuera alguien diferente a mí jajaja, me pasa, me pasa cuando lo cuento a mis mentoreadas en sesiones.  Se que hoy me ven de una manera, pero no saben todo el calvario emocional por el que pasé para ser quien soy hoy.  Y quiero que todas lo sepan.

Se que mi historia (hoy resumida en un breve texto) puede cambiar la vida de muchas mujeres, se que allá afuera tú que me estás leyendo te puedes ver reflejada en mi.  No se cuál sea tu historia. No se cuál sea tu miedo.  Lo que si se es que haz venido a esta vida a brillar, a cumplir tus sueños y a ser feliz.  Y por eso, hoy quiero compartirte un pedacito de mi historia.

Entra aquí, te enterarás de una parte muy importante de mi vida, de la que no he contado antes y de la que saben muy pocos: https://www.instagram.com/tv/CDC06xrgrH3/?utm_source=ig_web_copy_link

Pisar un escenario Ted frente a muchas mujeres y contarles como fue que lo perdí CASI TODO, decir todo sería muy ingrato de mi parte.  Pero no hablo sólo de las cosas materiales. Te hablo de un estado emocional en donde crees que no encontrarás la luz al final del túnel, donde ves sólo oscuridad. Donde por el simple hecho de no confiar en ti , ves todo gris afuera, cuando en realidad hay un infinito océano de posibilidades.  Todo inicia en la confianza que tengas hacia ti.

Hoy no es un escenario Ted. Hoy son las redes sociales de esta gran plataforma internacional.  Para mí, es la mano de Dios diciéndome que voy por buen camino, que siga trabajando en lo que amo, que siga ayudando a otros a cumplir sus sueños porque estoy segura que es la mejor manera de alcanzar los míos, que no cambie el rumbo, que sea paciente y que confíe. 

Se que muy pronto les estaré contando que pisaré escenarios y que muero de nervios y de amor. Gracias por acompañarme en esta vida.

La vida tiene cosas maravillosas para tí y para mí. ¡Sólo confía!


Rosa Amelia


¿Cómo te sientes con tu cuerpo HOY?

La mayoría de nosotras tiene por lo menos 1 espejo en casa, el cual utilizamos en algún momento del día, si es que no son varias.  Cuando cepillamos nuestros dientes, cuando nos echamos alguna crema (espero que no prescindas del bloqueador solar), cuando nos cambiamos de ropa, antes de salir de casa o al menos en el retrovisor del auto para cerciorarnos que el labial está bien puesto.

¿Te has puesto a pensar cuántas veces frente al espejo empezaste con el diálogo interno – y a veces en voz alta – diciéndole a alguna parte de tu cuerpo lo poco que te gusta? 

Y eso, por decir lo menos, me ha tocado escuchar clientas decir: “Odio mis brazos”, “Amelia, es que tengo un matrimonio en 15 días y no habrá dieta que me quite la panza”.  Y la que me parece más fuerte: “Será mi primera vez con Pepito y no quiero que salga corriendo cuando me vea desnuda”.

Agradezco a la vida que me permita llegar a ellas, porque yo también estuve allí. Incluso, más al fondo.  Siempre he tenido carácter fuerte, pero hubo una etapa larga, de varios años en mi juventud temprana donde mi prioridad era verme “súper bien” por fuera y no cuidé ni mi salud física ni mi salud mental.  Iba como un caballo de carreras comiendo lo mínimo para poder sobrevivir, entrenando 7 días de 7, bebiendo energizantes en el gimnasio para no dormirme en la trotadora, mintiendo en las reuniones de amigos y familiares, diciendo que ya había cenado cuando ponían la mesa  y yo, de ninguna manera iba a meterle a mi cuerpo calorías.

Recuerdo que tenía 7 de hemoglobina, eso se traduce en anemia.  No me importaba. No quería nisiquiera tomar las vitaminas que me había recetado el doctor porque tenían B12 y había leído que eso me abriría el apetito.  Mido 1 metro 66, pero dicen que me veo mucho más alta.  Bueno, en aquella época pesaba 57/58 kilos. Incluso estaba tan delgada que usaba zapatos de 1 talla más chica de la que me correspondía.  Mi alimentación se traducía en café, caldos de verduras, algunas veces 1 presa de pollo, cigarrillos, nuevamente café, tal vez 1 pieza de fruta. Fin del día.

Y así me la pasé muchos, muchos meses.  Se volvió en un estilo de vida.  Mi mente creía que debía verme hermosa por fuera para ser felíz.  En mi cabeza no existía felicidad sin belleza externa.  Fue entonces cuando empecé a conocer mujeres con pesos que iban muchos kilos arriba de los míos, y llevaban vidas hermosas, felices, con hijos, esposos, otras solteras, con mascotas, sin mascotas, y yo las veía tan pero tan felices que mi mente confundida pensaba: “¿Cómo es posible que se vean tan felices si se desbordan de la ropa?”, empecé a frecuentarlas porque su energía era hermosa.  Eran mujeres seguras de sí mismas, eran felices, y quería saber cómo era posible ser felíz viéndose físicamente “así”.


Descubrí 3 cosas que hoy voy a compartir contigo porque derrepente en algún momento te has hecho la misma pregunta que yo me hice muchos años atrás.

1.- Su foco estaba puesto en servir a los demás.  Una es una maestra de sahaya yoga. A la cual tuve oportunidad de conocer en el tránsito de una ruptura de pareja.  Me abrió las puertas de su casa y compartió su tiempo conmigo para, desde sus conocimientos, ayudarme a sentirme mejor.  Las primeras charlas mi mente se distraía entre el discurso poderoso que me daba y ver cómo se vestía, cómo era su arreglo personal. (Muy diferente al mío).  En aquella época yo no había estudiado Asesoría de Imagen. No conocía de estilos, para mí el único válido era el mío, así que verla con ropa holgada, de colores, me hacía imaginarla como una mujer hippie, que para ese momento en mi mundo, no podría ser una mujer de éxito.  No pasó mucho tiempo para que conociera a su esposo.  Fue mágico.  Ver como se veían a los ojos y dedicaban su vida entera a ayudar y a servir a quien lo necesitara.  Luego conocí a sus hijos y descubrí una familia tan hermosa que empecé a ver la belleza de otra manera. Ese es un ejemplo claro de una experiencia que ha marcado mi vida, y así como esa tengo muchas más, pero me extendería mucho y quiero que te lleves lo más importante el día de hoy.

2.- Lo que te incomoda del otro no es más que la proyección de tí.  Descubrí que al pensar: ¿Cómo pueden ser felices con sobrepeso? lo único que hacía era proyectar mi propia inseguridad.  Y aquí es que quiero detenerme y contarte el porqué de mi afirmación.  No puedes ver en otro lo que no exista en tí. Sí, así como lo lees.  Yo me veía muy muy delgada por fuera, pero en ellas proyectaba mi temor, mejor dicho, el horror que para mi representaba vivir en un cuerpo gordo.  Y es por eso que no podía concebir que hubieran personas felices siendo gordas.  Punto. 

3.- La mujer exitosa es la que SE seduce: Viví dañando mi cuerpo por querer encajar en un estereotipo de belleza impuesto por la sociedad.  En ese momento mis referentes de éxito eran abismalmente distintos a los que tengo hoy.  Creía que debía ser delgada para conseguir mi felicidad. Felicidad que hoy no tiene el mismo significado que años atrás.  No necesitas ser alguien más para encajar en el mundo.  Si intentas cambiar para los demás no serás feliz nunca porque siempre aparecerán nuevos estándares de belleza y no podrás vivir una vida bonita mutando a lo que convenga socialmente.  Para ser feliz debes encantarte a tí.  A tí es a quien debes conquistar.  Punto.

Quiero terminar la conversación de hoy (en mi mente estamos conversando) 🙂 enseñándote a no verte por partes.  Cuando te pares frente al espejo, recuerda que eres un todo.  No eres los brazos que no te gustan o el abdomen prominente al que insultas cada día.  Quiero que te mires completa. Desde el cabello que tienes hasta los pies, y que veas más allá del físico. Quiero que cambies tu diálogo y que le agradezcas al todo que eres, por tenerte hoy con vida y con salud.  No vuelvas a fragmentar tu cuerpo y a hablarle por partes, a menos que sean para halargarte. 

Todos tenemos una armonía perfecta, somos bellos naturalmente, el problema es que hemos caído en el error de tratar de ser bellos de otra manera, inspirándonos en la belleza del vecino.  Cuando descubras toda la belleza que tienes dentro por dar a los demás, empezarás a sentirte hermosa en el cuerpo en el que vives, y claro, ¿por qué no?, mejorar tu imagen personal es completamente válido pero no desde el odio a la imagen que tienes de tí, sino desde el amor a tí misma y por amor desear verte mucho más hermosa.

Si quieres empezar en éste bello mundo del autoconocimiento, empieza por descargar mi GUÍA práctica GRATUITA de 10 días para reconectar con tu autoestima y amor propio. La dejé al final de la botonera HOME, en ROSA AMELIA y en CONTÁCTAME, la he diseñado en base a mi experiencia y es la que aplico en mis mentorías con clientas nuevas que llegan a mi consulta. 

Con todo mi amor, ¡abrazo de luz!