Rosa Amelia


¿Cómo te sientes con tu cuerpo HOY?

La mayoría de nosotras tiene por lo menos 1 espejo en casa, el cual utilizamos en algún momento del día, si es que no son varias.  Cuando cepillamos nuestros dientes, cuando nos echamos alguna crema (espero que no prescindas del bloqueador solar), cuando nos cambiamos de ropa, antes de salir de casa o al menos en el retrovisor del auto para cerciorarnos que el labial está bien puesto.

¿Te has puesto a pensar cuántas veces frente al espejo empezaste con el diálogo interno – y a veces en voz alta – diciéndole a alguna parte de tu cuerpo lo poco que te gusta? 

Y eso, por decir lo menos, me ha tocado escuchar clientas decir: “Odio mis brazos”, “Amelia, es que tengo un matrimonio en 15 días y no habrá dieta que me quite la panza”.  Y la que me parece más fuerte: “Será mi primera vez con Pepito y no quiero que salga corriendo cuando me vea desnuda”.

Agradezco a la vida que me permita llegar a ellas, porque yo también estuve allí. Incluso, más al fondo.  Siempre he tenido carácter fuerte, pero hubo una etapa larga, de varios años en mi juventud temprana donde mi prioridad era verme “súper bien” por fuera y no cuidé ni mi salud física ni mi salud mental.  Iba como un caballo de carreras comiendo lo mínimo para poder sobrevivir, entrenando 7 días de 7, bebiendo energizantes en el gimnasio para no dormirme en la trotadora, mintiendo en las reuniones de amigos y familiares, diciendo que ya había cenado cuando ponían la mesa  y yo, de ninguna manera iba a meterle a mi cuerpo calorías.

Recuerdo que tenía 7 de hemoglobina, eso se traduce en anemia.  No me importaba. No quería nisiquiera tomar las vitaminas que me había recetado el doctor porque tenían B12 y había leído que eso me abriría el apetito.  Mido 1 metro 66, pero dicen que me veo mucho más alta.  Bueno, en aquella época pesaba 57/58 kilos. Incluso estaba tan delgada que usaba zapatos de 1 talla más chica de la que me correspondía.  Mi alimentación se traducía en café, caldos de verduras, algunas veces 1 presa de pollo, cigarrillos, nuevamente café, tal vez 1 pieza de fruta. Fin del día.

Y así me la pasé muchos, muchos meses.  Se volvió en un estilo de vida.  Mi mente creía que debía verme hermosa por fuera para ser felíz.  En mi cabeza no existía felicidad sin belleza externa.  Fue entonces cuando empecé a conocer mujeres con pesos que iban muchos kilos arriba de los míos, y llevaban vidas hermosas, felices, con hijos, esposos, otras solteras, con mascotas, sin mascotas, y yo las veía tan pero tan felices que mi mente confundida pensaba: “¿Cómo es posible que se vean tan felices si se desbordan de la ropa?”, empecé a frecuentarlas porque su energía era hermosa.  Eran mujeres seguras de sí mismas, eran felices, y quería saber cómo era posible ser felíz viéndose físicamente “así”.


Descubrí 3 cosas que hoy voy a compartir contigo porque derrepente en algún momento te has hecho la misma pregunta que yo me hice muchos años atrás.

1.- Su foco estaba puesto en servir a los demás.  Una es una maestra de sahaya yoga. A la cual tuve oportunidad de conocer en el tránsito de una ruptura de pareja.  Me abrió las puertas de su casa y compartió su tiempo conmigo para, desde sus conocimientos, ayudarme a sentirme mejor.  Las primeras charlas mi mente se distraía entre el discurso poderoso que me daba y ver cómo se vestía, cómo era su arreglo personal. (Muy diferente al mío).  En aquella época yo no había estudiado Asesoría de Imagen. No conocía de estilos, para mí el único válido era el mío, así que verla con ropa holgada, de colores, me hacía imaginarla como una mujer hippie, que para ese momento en mi mundo, no podría ser una mujer de éxito.  No pasó mucho tiempo para que conociera a su esposo.  Fue mágico.  Ver como se veían a los ojos y dedicaban su vida entera a ayudar y a servir a quien lo necesitara.  Luego conocí a sus hijos y descubrí una familia tan hermosa que empecé a ver la belleza de otra manera. Ese es un ejemplo claro de una experiencia que ha marcado mi vida, y así como esa tengo muchas más, pero me extendería mucho y quiero que te lleves lo más importante el día de hoy.

2.- Lo que te incomoda del otro no es más que la proyección de tí.  Descubrí que al pensar: ¿Cómo pueden ser felices con sobrepeso? lo único que hacía era proyectar mi propia inseguridad.  Y aquí es que quiero detenerme y contarte el porqué de mi afirmación.  No puedes ver en otro lo que no exista en tí. Sí, así como lo lees.  Yo me veía muy muy delgada por fuera, pero en ellas proyectaba mi temor, mejor dicho, el horror que para mi representaba vivir en un cuerpo gordo.  Y es por eso que no podía concebir que hubieran personas felices siendo gordas.  Punto. 

3.- La mujer exitosa es la que SE seduce: Viví dañando mi cuerpo por querer encajar en un estereotipo de belleza impuesto por la sociedad.  En ese momento mis referentes de éxito eran abismalmente distintos a los que tengo hoy.  Creía que debía ser delgada para conseguir mi felicidad. Felicidad que hoy no tiene el mismo significado que años atrás.  No necesitas ser alguien más para encajar en el mundo.  Si intentas cambiar para los demás no serás feliz nunca porque siempre aparecerán nuevos estándares de belleza y no podrás vivir una vida bonita mutando a lo que convenga socialmente.  Para ser feliz debes encantarte a tí.  A tí es a quien debes conquistar.  Punto.

Quiero terminar la conversación de hoy (en mi mente estamos conversando) 🙂 enseñándote a no verte por partes.  Cuando te pares frente al espejo, recuerda que eres un todo.  No eres los brazos que no te gustan o el abdomen prominente al que insultas cada día.  Quiero que te mires completa. Desde el cabello que tienes hasta los pies, y que veas más allá del físico. Quiero que cambies tu diálogo y que le agradezcas al todo que eres, por tenerte hoy con vida y con salud.  No vuelvas a fragmentar tu cuerpo y a hablarle por partes, a menos que sean para halargarte. 

Todos tenemos una armonía perfecta, somos bellos naturalmente, el problema es que hemos caído en el error de tratar de ser bellos de otra manera, inspirándonos en la belleza del vecino.  Cuando descubras toda la belleza que tienes dentro por dar a los demás, empezarás a sentirte hermosa en el cuerpo en el que vives, y claro, ¿por qué no?, mejorar tu imagen personal es completamente válido pero no desde el odio a la imagen que tienes de tí, sino desde el amor a tí misma y por amor desear verte mucho más hermosa.

Si quieres empezar en éste bello mundo del autoconocimiento, empieza por descargar mi GUÍA práctica GRATUITA de 10 días para reconectar con tu autoestima y amor propio. La dejé al final de la botonera HOME, en ROSA AMELIA y en CONTÁCTAME, la he diseñado en base a mi experiencia y es la que aplico en mis mentorías con clientas nuevas que llegan a mi consulta. 

Con todo mi amor, ¡abrazo de luz!

¿Sientes que ya es tu momento para trabajar en tu imagen?

Vamos juntas. Apúntate a mi newsletter para que recibas en tu bandeja de email 1 vez al mes contenido que te será muy útil tanto en desarrollo personal como en imagen. Además, te enterarás de los eventos que realice próximamente.

BONUS: Al apuntarte descarga GRATIS mi guía práctica de 10 días para reconectar con tu autoestima y amor propio.

    0 comentarios sobre “¿Cómo te sientes con tu cuerpo HOY?

    • Te lei escuchando cada palabra y que bonita conversación y muy cierta, puedes ser gorda, flaca, alta, baja y ser hermosa porque eso depende de ti, de como te mires pero cuesta mucho aprenderlo sobretodo cuando lo que te rodea te pone estereotipos, pero nunca es tarde para aprender a quererse, pasito a pasito ….

      • Que importante vernos como un todo. No hablarnos por partes. Al final del día a quien debes conquistar es a tí misma y esa seguridad será lo que proyectemos en los demás. Nadie nos lo dijo en el colegio, pero siempre estamos a tiempo de vivir una vida más bonita 🙂

    Deja un comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Puedes usar estas etiquetas y atributos HTML:

    <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>