«Tu cuerpo merece ser vestido en cada etapa de tu vida» – Mira Adentro, despierta y brilla.
¿Eres mamá primeriza y aún no “recuperas” tu peso anterior?, ¿Pasaste por un cambio de estado civil y eso te adelgazó tanto que no te reconoces frente al espejo?, ¿Perdiste a un familiar amado, la ansiedad, el estrés o la tristeza te llevaron a un desequilibrio hormonal y subiste de peso?
Te puedo enumerar muchas razones por las que el día de hoy sientes que tu cuerpo no es el de antes y eso te ha llevado a no priorizar tu arreglo personal ya que tu subconsciente espera que regrese a ser el de antes y mientras eso sucede, lo vistes con lo que tienes en el guardarropa así las prendas no te queden como te gustaría.
¿Ir de compras?, ¿con este peso?, ¡NI LOCA!, “voy a esperar a volver a mi cuerpo de antes y allí invertiré en ropa nueva. ¿Te suena familiar?
Tu cuerpo, como todo en esta vida sufre cambios de todo tipo. Tus huesos con el pasar de los años puede que pesen más, un embarazo probablemente ensanche tus caderas, un problema hormonal puede estirar tu piel, padecer alguna enfermedad inmune deficiente puede hacerte perder peso a la vuelta de 6 meses…y así una gran lista de razones.
¿Y sabes qué?, está bien.
Lo que no está bien es que durante ese proceso no te trates con amor y te dejes para después. Cuando notes que tu cuerpo ha pasado por un cambio brusco es cuando más paciencia debes tenerte. Es cuando más atención debes darle a tu nuevo yo y desde el amor mejorar eso que en el presente te causa malestar.
Tu nuevo cuerpo merece ropa nueva. Y no te lo digo con un afán consumista. Te lo digo desde la experiencia. Los últimos 4 años de mi vida he pasado de vestir la talla XS a la talla XL. Se perfectamente como se siente esa realidad en la que tus chaquetas dejan de quedarte y las sustituyes por prendas con un porcentaje de elastina para seguir usando la misma talla, hasta que caes en cuenta que debes pasar a la siguiente.
A mi me costó como 3 tallas aceptar que mi cuerpo había cambiado. El primer año me resistí a incluir piezas de otras tallas, para el segundo año no me quedó más remedio que decidir emprender el camino de regreso a mi talla anterior o seguir con el estilo de vida que llevaba y seguir aumentando la talla. Elegí la segunda y por fin me liberé de los complejos que vivían en mi cabeza acerca de peso.
Subir de peso, en mi caso, ha sido una demostración de amor propio. Es lo que necesitaba en esta etapa de mi vida. No te digo que esté bien o que imites mi ejemplo, porque finalmente la obesidad es una enfermedad y no todos tenemos el mismo metabolismo y puede que no corras con mi suerte y se te disparen los niveles de insulina en sangre y otros problemas que trae el sobrepeso.
En mi caso, fue una decisión llegar a este punto. Quise demostrarme que mi belleza iba más allá de mi cuerpo físico, cuando todo esto empezó corte mi larga cabellera hasta la altura de los hombros, quise sentir que mi valía iba más allá de cómo me podían percibir los ojos de los demás. Incluso mis propios ojos.
Con el pasar de los años mi cabello volvió a crecer. Y hoy me encuentro en el camino de regreso a un peso más saludable porque estoy a vísperas de cumplir los 40 años, fecha en la que por recomendación médica debemos de dejarnos de tonterías y cuidar mucho más nuestra salud. Es por eso que este año me he comprometido con mi alimentación y eso me está llevando a disfrutar este nuevo camino.
Tu cuerpo merece ser vestido en cada etapa de tu vida. Si subes o bajas de peso no es motivo para que te dejes para después. Cuando más quieras cambiarte no desde la aceptación sino desde el rechazo es cuando tu cuerpo más va a resistirse al cambio.
Si quieres cambiar algo de tu cuerpo o mejorarlo, hazlo desde la aceptación y el amor y eso incluye que no te vistas sólo por taparte sino que te vistas para gustarte sin importar la talla que diga la etiqueta de la prenda.
Cuando te sientes bien contigo misma se nota, las personas a tu alrededor lo notan, y te aman por quien eres, no te juzgan porque tu talla es 5XL. Y si te topas con alguien que si lo hace, pues ya sabes que no es alguien que querrás en tu vida.
Viste tu cuerpo para la mujer que eres hoy. No compres ropa pensando en que te quedará cuando cambies tu cuerpo. Tu cuerpo merece vestirse hoy con lo más bonito que puedas lucir.
Mi recomendación:
1.- Se fiel a tu estilo, ese no se pierde con los kilos.
2.- Se fiel a tus gustos, practica el autoconocimiento.
3.- Usa el poder del color en tus prendas. Conoce qué colores te hacen lucir mejor.
4.- Conoce tu cuerpo a la perfección para que le saques provecho con trucos de estilismo a lo que quieras resaltar de ti y para que las zonas que hoy por hoy no te encantan tanto, puedan dejarse para un segundo vistazo.
Conócete, aprende a vestir tu nuevo cuerpo mientras regresas al que tenías. Tal vez te gustes tanto que ya no quieras volver al anterior. No sabemos qué va a pasar más adelante, sólo tenemos un cuerpo y merece ser amado en todas nuestras etapas.
Desde mi corazón, espero que hayas disfrutado esta entrada al Blog.
“No te diré que proyecto realizar, eso lo sabe tu corazón, yo te quiero regalar ese empujoncito que te hace falta para que tus sueños sean más grandes que tus miedos”– Mira Adentro, despierta y brilla.
Feliz viernes hermosa, hoy, en nuestra primera entrada al blog del 2021 quiero compartir contigo un proyecto que venía quitándome el sueño desde los últimos 2 meses del 2020.
Cuando diseñé mi página web quería que no sólo te pasearas por las diferentes pestañas que encuentras aquí, aparte de leer un poquito de mi historia, ver mis servicios o leer cada viernes una nueva entrada en mi blog, quería darte un regalo, es así como nace la idea de poner por escrito en una lista de 10 pasos a seguir dentro de una GUÍA PRÁCTICA para trabajar durante 10 días tu autoestima y amor propio.
El beneficio de comprometerse a realizarla, es reencontrarte contigo, con tu fuerza interna y que al practicarla tal como describo cada paso, notarás que tu autoestima, autovaloración y poder interior se ven aumentados.
Esta guía nace de las muchas conversaciones que he tenido con diferentes mujeres a lo largo de mi experiencia como Asesora de Imagen, vistiendo de manera presencial y personal a cada una, para posteriormente desarrollar un servicio específico donde nos enfocamos en trabajar la parte emocional, el interior de cada una, un servicio de mentoría personal que puedes encontrar aquí con el nombre de Acompañamiento One to One.
Hoy, quiero invitarte a participar de maneragratuita en un Reto grupal que he diseñado para ti, para que este año te cumplas lo que tu corazón viene soñando hace tiempo y que no te atreves a realizar porque no te sientes capaz de dar esos pasos necesarios para alcanzarlos. Será una experiencia similar a la que realizo con mis mentoreadas, con la diferencia de que no pagarás absolutamente nada en cuanto a dinero, sólo necesito que te comprometas y te lo cumplas.
Mi intención no es plantar en ti un nuevo sueño, lo que deseo es darte las herramientas necesarias para que te sientas en completa capacidad de accionar. Que recuerdes que los miedos siempre aparecerán pero que tus sueños son tan grandes que a pesar del miedo, decidas ir por ellos.
Aquí te dejo el video del en vivo que tuvimos ayer por instagram contándote un poco de lo mucho que trabajaremos durante 10 días.
Iniciamos: el lunes 18 de enero
Duración: 10 días consecutivos
Las plazas son limitadas: sólo 10 mujeres
Último día para tu inscripción: sábado 16 de enero
A desarrollarse dentro de mi grupo exclusivo de facebook del Reto: Amándome Primero
Si te gusta la idea, si sientes que te puedo ayudar con ese empujoncito, este Reto grupal es para ti. Si crees que le puede servir a otra mujer que ames, compártele este artículo para que juntas hagamos una comunidad mucho más grande.
Envíame un mensajito si estás interesada, ¡Nos vemos pronto!
“No podemos dar absolutamente nada que no llevemos dentro”
Dicen que uno se vuelve experta en lo que le costó trabajo aprender y que a raíz de allí, encuentra su misión de vida y la pone al servicio de los demás. Miro atrás y veo una mujer que durante muchos años creyó que para ser feliz debía cumplir con estándares sociales y de belleza que aprendió en algún momento de su juventud temprana.
Afortunadamente la vida, que es tan generosa, se encarga de enviarnos señales a cada momento, para hacernos saber que ese no es el camino. Aquí el problema fue, que ésta ariana terca no quiso leerlas y que aunque sabía que habían “migajitas” que me estaban alertando en el camino, pues las pasaba por alto y las miraba muy por sobre el hombro.
Si tienes buena posición económica, vives en un lugar lindo, tienes un guardarropa que no cabe en 1 solo cuarto, has culminado 2 carreras, nunca has tenido problemas de corazón roto porque te ves tan bien por fuera que recibes muchas invitaciones y te ves dentro de una familia tradicional, llegas a creer que eres feliz. Que amas tu vida y que te amas a tí. ¿Por qué sucede eso? Porque crecimos creyendo que eso es felicidad. Que salir del colegio y graduarte en una carrera “exitosa” te hace tener la mitad de la vida resuelta. Con los triunfos académicos llegan las felicitaciones, la admiración y el respeto de tus amigos y familiares, se te abren muchas puertas, no sólo laborales sino también en cuanto a relaciones sociales, y tú sigues creyendo que eres feliz.
No te puedo entregar un manual con las aristas exactas de todas las alertas que existen para que te des cuenta que no te estás amando como deberías, lo que sí puedo hacer es contarte desde mi experiencia cuáles fueron las que pude reconocer y que me ayudaron a darme cuenta que no me amaba como creía, si te reconoces en alguna, sigue leyendo, porque hoy te enseño 5 herramientas fundamentales que aprendí y que aplico el día de hoy para no olvidarme de ponerme primero cada día de mi vida.
1.- Si te ves complaciendo a familiares, amigos o parejas de forma constante porque prefieres verlos felices a ellos, antes que a tí, evalúa dónde está el punto medio entre hacerlo porque se siente bien entregar al otro y hacerlo porque consideras que su felicidad es más importante que la tuya. Encuentra el balance para que al momento de dar, te sientas feliz por el otro pero que ese “entregar” no sea motivado por tu ego haciéndote creer que eres la salvadora.
2.- Si no puedes decir NO a invitaciones porque te da “pena” cómo se va a sentir el otro y terminas yendo a lugares o en compañía de alguien con quien no te sientes a gusto, definitivamente no te estás amando. Aquí estuve en muchas oportunidades. Estuve frisandome en partidos de fútbol una y otra y otra vez porque no tenía corazón para decirles: “Me aburro, me da frío, tengo sueño”. Ahora que lo recuerdo me da risa, y hasta con ternurilla veo a esa mujer en chaqueta deportiva y zapatillas alentando al equipo vencedor. Hoy le diría a mi pareja con toda la honestidad del mundo: “Te Amo, puedo irte a ver 1 vez al mes, tal vez 2, tú a lo tuyo, yo a lo mío y cuando terminemos, nos juntamos”.
Bonus para las veces que presté mi departamento porque mi mejor amiga (en aquella época) quería beber con su pareja y que yo estuviera para hacer reunioncitas de a 4. (Esa imagen aún no me da ternurilla, miro atrás y quiero zamaquear a esa Rosa)
3.- Si dejas de comer porque crees que estás gorda y que no existe felicidad con sobrepeso. No te estás amando. Aquí quiero dejar en claro que no estoy apoyando una vida sedentaria y de sobrepeso. Lo que promuevo hoy es una dieta balanceada cero restrictiva, donde la premisa sea ser saludable, no delgada. Que entiendas que la decisión de entrenar, es por salud, por diversión, porque el deporte que elijas llene tu espíritu, no que vayas a hacer deporte como un medio para conseguir delgadez a pesar de que no fuera de tu agrado.
En mi caso, siempre he amado el gimnasio, desde antes de ser mamá ya cargaba pesas. Incluso me enteré que estaba embarazada yendo con bastante regularidad al gimnasio. Pero se que mi constancia a los 19 y 20 años no pasaba por entender que el deporte era bueno para mi salud. Lo hacía porque sabía que entrenando se me veía muy bien y sí, claro, además, me gustaba. Hoy entreno con regularidad pero ya no por esa necesidad de verme físicamente bien, sino con la certeza de tener un corazón sano y que como resultado cada vez me puedo ver mejor. La talla que usas no define tu belleza.
Esas son las principales señales que yo viví una y otra vez. Y que hoy comparto contigo para que las evalúes. Tú puedes reconocerte en alguna, en las 3 o en ninguna. Si estás pasando por alguna etapa en tu vida donde ya no te hayas, donde te das cuenta que no eres feliz o donde sientes que vas por un rumbo que ya no te pertenece, siempre puede girar el timón, detenerte y evaluar hacia dónde quieres ir y para qué.
Quiero detallarte 5 Herramientas que puse en práctica para salir de ese ciclo donde creía que complaciendo a los demás era feliz. No espero que creas lo que escribo, pero sí puedes darme el beneficio de la duda y si algo de lo que te comparto a continuación suena nuevo para tí, te invito a que lo recojas y lo incorpores, y luego me cuentas 🙂
1.- Autoconocimiento: Si me sigues en mis redes sociales, me imagino que ya te debo tener seca con el tema. Al menos 1 vez por semana lo menciono. Pero es que para mí es el pilar fundamental de TODO. Saber qué te gusta y que no son el mejor regalo que puedes darte a tí misma. Creo firmemente que una mujer que se da la oportunidad de conocerse es invencible.
Conocer tu mente:cuáles son tus fortalezas, tus talentos, tus dones.
Conocer tu espíritu: ¿en qué crees?, reconocer que somos parte de un todo.
Conocer tus emociones: aceptar que somos luz pero que también tenemos oscuridad y a partir de allí comprometernos a transformarla. Nada que no reconozcas como tuyo podrá mejorar.
Conocer tu cuerpo físico: reconocer el regalo que nos dio la naturaleza de haber nacido siendo mujeres y tomarnos el tiempo de entender nuestro ciclo menstrual, por qué llega, para qué y decidir cómo lo usamos así como nuestra sexualidad. Ambos son regalos que no siempre vemos.
2.- Autoaceptación: Eres perfecta en el cuerpo físico en el que has nacido. El color de tu cabello, de tus ojos, de tu piel tiene una armonía perfecta. Mientras más rápido lo reconozcas, más rápido podrás pasar al siguiente nivel y aprender a vestir tu cuerpo de forma inteligente. No busques ser un modelo diferente al tuyo. Tú eres hermosa tal y como eres.
Un tip que puedo darte y que he notado con eficacia que funciona con mis asesoradas es pararnos frente al espejo cada día durante unos minutos a contemplar nuestro cuerpo desnudo y cada día procurar encontrar diferente belleza. Al principio puede parecerte tonto, pero de que funciona, funciona. Yo no me voy del espejo hasta antes decirle a mi cabello lo hermoso que es. Amo su color, amo su textura, amo el largo y amo lo abundante que es. Le agradezco crecer fuerte y sano y eso hace que siga creciendo 🙂
Te invito a practicarlo y ver más allá de si estás gorda, o muy flaca o eres pequeña o demasiado alta. Basta de hablarle feo a tu cuerpo. Reconócelo como un todo, agradécele que funcione perfectamente y admira tu belleza.
3.- Respeto por tí mismo: Tener claridad acerca de qué es lo que vas a permitir en todas las áreas de tu vida. Para ésto tengo un lema bien claro. Te lo comparto y espero que te sirva como a mí.
“Decidir antes de tener que decidir”.
Te doy un ejemplo claro para dejarme entender: Yo tengo decidido que si alguna vez un hombre comete agresión contra mi persona, no habrá justificación que yo perdone. Es algo que tengo claro desde pequeña. Creo que nada justifica la agresión y que si sucede es porque no me respeta.
Con éste ejemplo no te estoy diciendo que tú debes imitar mis reglas, no. Tú debes trabajar en las tuyas y tener decididas muchas cosas antes de tener que decir, así, de esa manera si llegaran a presentarse, pues no tendrás dudas acerca de qué hacer porque ya lo tienes decidido. Sabes dónde sí y dónde no.
No tengo permitido que alguien me busque y empiece a quejarse de algo delante de mí. Soy anti quejas. Puedo oír tus propósitos de mejoras. Pero las quejas no te llevan a nada y exijo que respetes mi mente. La queja me parece ofensiva. Tengo bastante educando a mi mente contra la queja como para permitirle a otro que se queje en mi presencia.
4.- Autocuidado: Sin excusas, sin pretextos. Seas mamá de niños pequeños o tengas demasiado trabajo. Podrás darte 15 minutos al día para cuidar de tí. Si no eres capaz de designar para tí 15 minutos al día, que no te extrañe que aparezca la depresión, la angustia, la ansiedad. ¿Cómo podrás criar niños felices si tu vida es infeliz? Si estás en ésta última y al leerme piensas: “Que fácil es para tí escribirlo, tu hijo es adulto” pues te digo que más fácil hubiera sido darme esos 15 minutos cuando él estuvo pequeño para mí y no ingresar reiteradas veces al hospital por no saber manejar mis emociones queriendo ser la mejor esposa, la mejor madre y poniéndome a mí hasta el final de la lista con tal de saber que ellos eran felices.
Encuentra ese “algo” que te conecte con tu felicidad interior y simplemente hazlo. Tus hijos podrán vivir sin esos 15 minutos para tí. No es egoísmo, es salud para tí.
5.- Ama tu soledad: ¡Bendita soledad!, ¿Sabes qué pasa con la soledad?, que está muy mal vista. La han estigmatizado como el castigo para los seres despiadados. “Te vas a quedar sóla como no tengas hijos”……………
……….. (allí incluyo muchos puntos suspensivos porque es de las peores que he oído)….
No por ser mujer tienes que ser mamá. Ser mamá implica mucho sacrificio. Mucho amor también, pero son muchos años de tu vida los que dedicas al cuidado de un pequeño. No te embaraces por tenerle miedo a envejecer sola. Un hijo no es garantía de compañía futura, al igual que no lo es un marido.
Levante la mano quien no es feliz con su pareja pero no lo deja esperando que llegue “algo” mejor. ¡Cuando llegue alguien más, allí si Rosa Amelia, dejo a Pepe, te lo juro!, si tuviera 1 centavo por cada vez que escucho esa canción…tendría al menos para financiar mi 1er libro jajajaaja. Cansadas me tienen con eso….si tú eres una de ellas, por favor, deja de mentirte. Y lo peor es que si en verdad esperas que llegue alguien más, porque crees que va a llegar mientras tienes ocupada esa área de tu vida. Olvídalo, no funciona así, primero deja espacio en tu vida y espera a que la vida te sorprenda. No es al revés.
Aquí en especial puedo contarte que una vez que me amigué de mi soledad me di cuenta que nunca he estado sola. Siempre me tuve a mí, pero no me conocía. Conocerme ha sido el mejor regalo que me he dado, hoy disfruto tanto de estar conmigo que puedo beber un café en un restaurante sola solita sola porque no me siento así, siempre me siento acompañada de mi mejor amiga, de mí misma.
Si vieran las miradas de pena que siento de la gente cuando me ven entrar al cine sóla y yo sólo puedo pensar: Cuánta gente como zombies dormidos sintiendo pena por mí cuando en realidad lo que no saben es que me escapo sóla antes de que alguien se me apunte jajaja, yo quiero ir sola y que nadie me hable. Hay películas que quiero ver acompañadas, pero otras que me place demasiado ir sólo conmigo.
Nunca fuiste sola al cine, inténtalo, ¡te va a gustar!
Hasta aquí llega nuestra entrada de los viernes, que sepas que éste camino no es para cobardes. Que debes ser muy valiente para renunciar a lo conocido, y decidir descubrir que hay más allá de tu zona de confort y de tus miedos. Pero, ¿Sabes?, vale completamente la alegría. Hoy puedo decirte con toda la sinceridad y sin riesgo a equivocarme que vivo la mejor etapa de mi vida. Despierto cada día con la ilusión de llevarme el día por delante, estoy enfocada 100% a mi pasión, escribir, comunicar, atender a mis clientas, disfrutar de la compañía de mi hijo y de mis familiares. Reunirme con los pocos amigos que he decidido conservar en mi vida. No tengo pareja hace varios años por decisión y pretendo seguir conmigo misma algunos años más. (Te cuento que no lo descarto definitivamente, pero por ahora, me siento muy feliz conmigo y no me quiero compartir con nadie).
La mayoría de nosotras tiene por lo menos 1 espejo en casa, el cual utilizamos en algún momento del día, si es que no son varias. Cuando cepillamos nuestros dientes, cuando nos echamos alguna crema (espero que no prescindas del bloqueador solar), cuando nos cambiamos de ropa, antes de salir de casa o al menos en el retrovisor del auto para cerciorarnos que el labial está bien puesto.
¿Te has puesto a pensar cuántas veces frente al espejo empezaste con el diálogo interno – y a veces en voz alta – diciéndole a alguna parte de tu cuerpo lo poco que te gusta?
Y eso, por decir lo menos, me ha tocado escuchar clientas decir: “Odio mis brazos”, “Amelia, es que tengo un matrimonio en 15 días y no habrá dieta que me quite la panza”. Y la que me parece más fuerte: “Será mi primera vez con Pepito y no quiero que salga corriendo cuando me vea desnuda”.
Agradezco a la vida que me permita llegar a ellas, porque yo también estuve allí. Incluso, más al fondo. Siempre he tenido carácter fuerte, pero hubo una etapa larga, de varios años en mi juventud temprana donde mi prioridad era verme “súper bien” por fuera y no cuidé ni mi salud física ni mi salud mental. Iba como un caballo de carreras comiendo lo mínimo para poder sobrevivir, entrenando 7 días de 7, bebiendo energizantes en el gimnasio para no dormirme en la trotadora, mintiendo en las reuniones de amigos y familiares, diciendo que ya había cenado cuando ponían la mesa y yo, de ninguna manera iba a meterle a mi cuerpo calorías.
Recuerdo que tenía 7 de hemoglobina, eso se traduce en anemia. No me importaba. No quería nisiquiera tomar las vitaminas que me había recetado el doctor porque tenían B12 y había leído que eso me abriría el apetito. Mido 1 metro 66, pero dicen que me veo mucho más alta. Bueno, en aquella época pesaba 57/58 kilos. Incluso estaba tan delgada que usaba zapatos de 1 talla más chica de la que me correspondía. Mi alimentación se traducía en café, caldos de verduras, algunas veces 1 presa de pollo, cigarrillos, nuevamente café, tal vez 1 pieza de fruta. Fin del día.
Y así me la pasé muchos, muchos meses. Se volvió en un estilo de vida. Mi mente creía que debía verme hermosa por fuera para ser felíz. En mi cabeza no existía felicidad sin belleza externa. Fue entonces cuando empecé a conocer mujeres con pesos que iban muchos kilos arriba de los míos, y llevaban vidas hermosas, felices, con hijos, esposos, otras solteras, con mascotas, sin mascotas, y yo las veía tan pero tan felices que mi mente confundida pensaba: “¿Cómo es posible que se vean tan felices si se desbordan de la ropa?”, empecé a frecuentarlas porque su energía era hermosa. Eran mujeres seguras de sí mismas, eran felices, y quería saber cómo era posible ser felíz viéndose físicamente “así”.
Descubrí 3 cosas que hoy voy a compartir contigo porque derrepente en algún momento te has hecho la misma pregunta que yo me hice muchos años atrás.
1.- Su foco estaba puesto en servir a los demás. Una es una maestra de sahaya yoga. A la cual tuve oportunidad de conocer en el tránsito de una ruptura de pareja. Me abrió las puertas de su casa y compartió su tiempo conmigo para, desde sus conocimientos, ayudarme a sentirme mejor. Las primeras charlas mi mente se distraía entre el discurso poderoso que me daba y ver cómo se vestía, cómo era su arreglo personal. (Muy diferente al mío). En aquella época yo no había estudiado Asesoría de Imagen. No conocía de estilos, para mí el único válido era el mío, así que verla con ropa holgada, de colores, me hacía imaginarla como una mujer hippie, que para ese momento en mi mundo, no podría ser una mujer de éxito. No pasó mucho tiempo para que conociera a su esposo. Fue mágico. Ver como se veían a los ojos y dedicaban su vida entera a ayudar y a servir a quien lo necesitara. Luego conocí a sus hijos y descubrí una familia tan hermosa que empecé a ver la belleza de otra manera. Ese es un ejemplo claro de una experiencia que ha marcado mi vida, y así como esa tengo muchas más, pero me extendería mucho y quiero que te lleves lo más importante el día de hoy.
2.- Lo que te incomoda del otro no es más que la proyección de tí. Descubrí que al pensar: ¿Cómo pueden ser felices con sobrepeso? lo único que hacía era proyectar mi propia inseguridad. Y aquí es que quiero detenerme y contarte el porqué de mi afirmación. No puedes ver en otro lo que no exista en tí. Sí, así como lo lees. Yo me veía muy muy delgada por fuera, pero en ellas proyectaba mi temor, mejor dicho, el horror que para mi representaba vivir en un cuerpo gordo. Y es por eso que no podía concebir que hubieran personas felices siendo gordas. Punto.
3.- La mujer exitosa es la que SE seduce: Viví dañando mi cuerpo por querer encajar en un estereotipo de belleza impuesto por la sociedad. En ese momento mis referentes de éxito eran abismalmente distintos a los que tengo hoy. Creía que debía ser delgada para conseguir mi felicidad. Felicidad que hoy no tiene el mismo significado que años atrás. No necesitas ser alguien más para encajar en el mundo. Si intentas cambiar para los demás no serás feliz nunca porque siempre aparecerán nuevos estándares de belleza y no podrás vivir una vida bonita mutando a lo que convenga socialmente. Para ser feliz debes encantarte a tí. A tí es a quien debes conquistar. Punto.
Quiero terminar la conversación de hoy (en mi mente estamos conversando) 🙂 enseñándote a no verte por partes. Cuando te pares frente al espejo, recuerda que eres un todo. No eres los brazos que no te gustan o el abdomen prominente al que insultas cada día. Quiero que te mires completa. Desde el cabello que tienes hasta los pies, y que veas más allá del físico. Quiero que cambies tu diálogo y que le agradezcas al todo que eres, por tenerte hoy con vida y con salud. No vuelvas a fragmentar tu cuerpo y a hablarle por partes, a menos que sean para halargarte.
Todos tenemos una armonía perfecta, somos bellos naturalmente, el problema es que hemos caído en el error de tratar de ser bellos de otra manera, inspirándonos en la belleza del vecino. Cuando descubras toda la belleza que tienes dentro por dar a los demás, empezarás a sentirte hermosa en el cuerpo en el que vives, y claro, ¿por qué no?, mejorar tu imagen personal es completamente válido pero no desde el odio a la imagen que tienes de tí, sino desde el amor a tí misma y por amor desear verte mucho más hermosa.
Si quieres empezar en éste bello mundo del autoconocimiento, empieza por descargar mi GUÍA práctica GRATUITA de 10 días para reconectar con tu autoestima y amor propio. La dejé al final de la botonera HOME, en ROSA AMELIA y en CONTÁCTAME, la he diseñado en base a mi experiencia y es la que aplico en mis mentorías con clientas nuevas que llegan a mi consulta.