Rosa Amelia


Vestir tu cuerpo con la talla que le corresponde en el presente es honrar todos tus procesos

«Tu cuerpo merece ser vestido en cada etapa de tu vida» – Mira Adentro, despierta y brilla.

¿Eres mamá primeriza y aún no “recuperas” tu peso anterior?, ¿Pasaste por un cambio de estado civil y eso te adelgazó tanto que no te reconoces frente al espejo?, ¿Perdiste a un familiar amado, la ansiedad, el estrés o la tristeza te llevaron a un desequilibrio hormonal y subiste de peso?

Te puedo enumerar muchas razones por las que el día de hoy sientes que tu cuerpo no es el de antes y eso te ha llevado a no priorizar tu arreglo personal ya que tu subconsciente espera que regrese a ser el de antes y mientras eso sucede, lo vistes con lo que tienes en el guardarropa así las prendas no te queden como te gustaría.

¿Ir de compras?, ¿con este peso?, ¡NI LOCA!, “voy a esperar a volver a mi cuerpo de antes y allí invertiré en ropa nueva. ¿Te suena familiar?

Tu cuerpo, como todo en esta vida sufre cambios de todo tipo. Tus huesos con el pasar de los años puede que pesen más, un embarazo probablemente ensanche tus caderas, un problema hormonal puede estirar tu piel, padecer alguna enfermedad inmune deficiente puede hacerte perder peso a la vuelta de 6 meses…y así una gran lista de razones.

¿Y sabes qué?, está bien.

Lo que no está bien es que durante ese proceso no te trates con amor y te dejes para después.  Cuando notes que tu cuerpo ha pasado por un cambio brusco es cuando más paciencia debes tenerte. Es cuando más atención debes darle a tu nuevo yo y desde el amor mejorar eso que en el presente te causa malestar.

Tu nuevo cuerpo merece ropa nueva.  Y no te lo digo con un afán consumista. Te lo digo desde la experiencia.  Los últimos 4 años de mi vida he pasado de vestir la talla XS a la talla XL. Se perfectamente como se siente esa realidad en la que tus chaquetas dejan de quedarte y las sustituyes por prendas con un porcentaje de elastina para seguir usando la misma talla, hasta que caes en cuenta que debes pasar a la siguiente.

A mi me costó como 3 tallas aceptar que mi cuerpo había cambiado.  El primer año me resistí a incluir piezas de otras tallas, para el segundo año no me quedó más remedio que decidir emprender el camino de regreso a mi talla anterior o seguir con el estilo de vida que llevaba y seguir aumentando la talla. Elegí la segunda y por fin me liberé de los complejos que vivían en mi cabeza acerca de peso.

Subir de peso, en mi caso, ha sido una demostración de amor propio. Es lo que necesitaba en esta etapa de mi vida.  No te digo que esté bien o que imites mi ejemplo, porque finalmente la obesidad es una enfermedad y no todos tenemos el mismo metabolismo y puede que no corras con mi suerte y se te disparen los niveles de insulina en sangre y otros problemas que trae el sobrepeso.

En mi caso, fue una decisión llegar a este punto.  Quise demostrarme que mi belleza iba más allá de mi cuerpo físico, cuando todo esto empezó corte mi larga cabellera hasta la altura de los hombros, quise sentir que mi valía iba más allá de cómo me podían percibir los ojos de los demás.  Incluso mis propios ojos.

Con el pasar de los años mi cabello volvió a crecer.  Y hoy me encuentro en el camino de regreso a un peso más saludable porque estoy a vísperas de cumplir los 40 años, fecha en la que por recomendación médica debemos de dejarnos de tonterías y cuidar mucho más nuestra salud.  Es por eso que este año me he comprometido con mi alimentación y eso me está llevando a disfrutar este nuevo camino.

Tu cuerpo merece ser vestido en cada etapa de tu vida.  Si subes o bajas de peso no es motivo para que te dejes para después.  Cuando más quieras cambiarte no desde la aceptación sino desde el rechazo es cuando tu cuerpo más va a resistirse al cambio.

Si quieres cambiar algo de tu cuerpo o mejorarlo, hazlo desde la aceptación y el amor y eso incluye que no te vistas sólo por taparte sino que te vistas para gustarte sin importar la talla que diga la etiqueta de la prenda.

Cuando te sientes bien contigo misma se nota, las personas a tu alrededor lo notan, y te aman por quien eres, no te juzgan porque tu talla es 5XL.  Y si te topas con alguien que si lo hace, pues ya sabes que no es alguien que querrás en tu vida.

Viste tu cuerpo para la mujer que eres hoy.  No compres ropa pensando en que te quedará cuando cambies tu cuerpo. Tu cuerpo merece vestirse hoy con lo más bonito que puedas lucir. 

Mi recomendación:

1.- Se fiel a tu estilo, ese no se pierde con los kilos.

2.- Se fiel a tus gustos, practica el autoconocimiento.

3.- Usa el poder del color en tus prendas. Conoce qué colores te hacen lucir mejor.

4.- Conoce tu cuerpo a la perfección para que le saques provecho con trucos de estilismo a lo que quieras resaltar de ti y para que las zonas que hoy por hoy no te encantan tanto, puedan dejarse para un segundo vistazo.  

Conócete, aprende a vestir tu nuevo cuerpo mientras regresas al que tenías.  Tal vez te gustes tanto que ya no quieras volver al anterior.  No sabemos qué va a pasar más adelante, sólo tenemos un cuerpo y merece ser amado en todas nuestras etapas.

Desde mi corazón, espero que hayas disfrutado esta entrada al Blog.

Un beso, ¡Te Amo!