Rosa Amelia


Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto

“Nuestros pensamientos determinan nuestro éxito o fracaso” – Henry Ford

¿Has escuchado alguna vez de la Ley de la Creencia?

Para ahondarnos en este tema tan fascinante como es el Poder de Creación que tiene nuestra mente, quiero dejarte primero algunos conceptos para que tu lectura sea más amigable en el transcurso del artículo.

¿Qué son las creencias?

Una creencia es el estado de la mente en el que un individuo supone verdadero el conocimiento o la experiencia que tiene acerca de un suceso o cosa.  Básicamente, “creer” significa: Dar por cierto algo sin poseer evidencias de ello.

Dicho esto, como palabras más sencillas, te diré que una creencia es aquel pensamiento o idea que te formaste desde tu niñez o en alguna etapa de tu vida con respecto a una persona, cosa o situación ya sea porque te la enseñaron desde casa, escuela, círculo de amigos o porque tuviste una experiencia donde diste por hecho que ese era el único significado.

¿Por qué es tan importante elegir en qué creer?

Esta es la parte mágica del cuento, y no te lo digo desde una visión ritualista o hierbera. Te hablo con el respaldo que me da la ciencia (a estas alturas de nuestra relación, sabes que para contarte algo, he hecho mi tarea) jajaja.  Nuestro cerebro tiene tal flexibilidad que puede llegar a acomodar lo que percibe a través de sus sentidos con respecto a sus creencias, es por eso que 2 personas pueden estar en la misma habitación a la misma hora y percibir de manera diferente un mismo hecho. 

Me gustaría que lo que a continuación te voy a decir lo apuntes en un papel bonito con tus colores favoritos y lo tengas en tu escritorio, en tu refrigeradora, en el espejo del baño, o donde sea que pasas el mayor tiempo para que le ayudes a tu mente subconsciente y esta no boicotee a tu mente consciente: 

“Tus pensamientos crean emociones – Tus emociones te llevan a acciones – Tus acciones crean hábitos y finalmente tus hábitos son los que te dan resultados”

Si logras darle la importancia que tiene a esta frase el día de hoy, te aseguro que en cuanto te descubras permitiendote pensar o decir mentalmente palabras o frases negativas sobre ti, te vas a detener muy rápido. 

  • Se te cae una cuchara: “Ayyy que tonta, ya ensucié el piso”
  • Mandaste un texto a la persona equivocada: “Pucha, que sonsa,  va a pensar que soy una idiota”
  • No conseguiste el trabajo al que aplicaste: “Si pues, que ilusa, no se porqué pensé que me escogerían a mi, habiendo tantas mejores”
  • Terminaste una relación sentimental: “El merece alguien mejor que yo”
  • Tus hijos hacen berrinche en el supermercado: “Soy mala madre, debería comprárles el dulce para que no lloren”
  • Quieres ir al salón de belleza: “Que egoísta soy, debería gastar ese dinero en algo para mi casa”

Y así te puedo hacer una lista interminable de frases que escucho en sesiones en mi Acompañamiento One to One.

¿Sabes qué pasa cada vez que te dices algo como esto?

Tu cerebro lo cree, lo toma como cierto y se pone en marcha para que obtengas como resultado una realidad en donde ya no sólo todo eso que te repites se quede en tu cabeza sino que paso a paso lo verás materializado en tu mundo exterior.

¿Quieres saber qué es lo que has estado pensando los últimos años?

Es tan sencillo como mirar tu exterior. Te dejo una lista de preguntas para que tú misma te respondas y al terminarlas te darás cuenta de inmediato, qué es lo que has pensado los últimos años de tí y de tu vida en general.

1.- ¿Cómo vives?, ¿con quién vives?, ¿dónde vives?. Al terminar esta respuesta pregúntate si es la manera en que siempre quisiste vivir y eso te hace feliz o es lo que vives en este momento “sin haberlo planeado” pero no te hace feliz.

2.- ¿Tienes una buena relación con las personas que amas, con tu familia, tus hijos, tus padres, tus jefes, tus colaboradores, tus vecinos?

3.- ¿Trabajas sirviendo a los demás con tu don de vida o tienes un trabajo que cubre tus cuentas pero que no te hace feliz?

4.- ¿Cuáles son tus posesiones materiales?, no me refiero a que contabilices el dinero invertido en ellas, sino en el espacio que utilizan de tu vida y si al verlas te llenas de orgullo o mas bien sientes malestar porque no te diste cuenta en qué  momento llenaste tu casa de objetos que no utilizas y te convertiste en acumuladora.

5.- ¿Cómo está tu cuidado personal hoy?, te vistes cada mañana con ropa de tu estilo y talla y eso suma a tu bienestar emocional o prácticamente te quedas en pijama todo el día porque nadie te verá?

6.- Cuando te enteras de los logros de los demás, ¿sientes felicidad por ellos porque sabes que se lo merecen o piensas que seguro consiguieron esos puestos, viajes, parejas por alguna razón diferente al merecimiento?

8.- ¿Te sientes feliz y agradecida con tu vida hoy o simplemente miras al cielo y le pides constantemente a la fuerza natural en la que creas que ya te saque de ese lugar porque estás harta y aburrida de tu vida rutinaria, y quieres escapar?

Este es un ejercicio fuerte, lo sé, pero muy revelador.  Quiero que sepas que cada persona que está en tu vida, cada objeto que compraste, cada situación por la que pasaste fueron porque tú así lo permitiste y que nada de eso hubiera llegado a materializarse si antes tu mente subconsciente no la hubiera pensado.

La Ley de La Creencia te dice que no importa si lo ves o no en tu presente físico, o si no lo ves materializado.  Si lo crees, lo creas. Es así de mágico, y así de real.  Entonces, te pregunto: ¿Qué quieres crear?

Mi parte favorita:

¿No te gusta tu presente? 

Pues cámbialo, ¡cámbialo todo!, empieza a creer en tí y a sentirte merecedora de todo lo que tu corazón sueña. Ese es el primer paso de la Ley de Materialización. Pero de ella conversaremos en otro artículo.  Empieza hoy, no importa lo que veas en tu presente y no te guste porque ahora sabes que tienes todo el poder dentro de tí para cambiarlo.

¿Cómo conseguir los resultados que queremos con la Ley de la Creencia?

1.- Sea lo que sea que quieres ver manifestado en tu vida, CRÉELO POSIBLE.

2.- Cuando tu mente te intente sabotear diciendo en voz baja que esto no lo lograrás, recuerda como si lograste en el pasado algo que pensaste sería imposible. Apóyate en esa experiencia porque así como conseguiste eso, conseguirás lo que creas que es posible en tu mente presente.

3.- Escribe la frase larga que te dejé líneas arriba, aquella que te sugerí que copies en papel y coloques en un lugar visible. Haz tu tarea. Yo creí por muchos años que la tecnología no estaba dada para mi, huí todo lo que pude y siempre me repetí: “No no no, eso es para otras generaciones, a mí déjame con mis libretas y lapiceros” y hoy atiendo a mujeres en cualquier parte del mundo a través de apps que nos permiten conectar sin importar la distancia. Realizo cada asesoría y mentoría online y la tecnología se volvió mi aliada, justo ayer una de mis primeras mentoras, Annie Maya, a la cual admiro y respeto mucho me hizo una invitación para compartir un Live desde su cuenta en instagram, te la dejo aquí por si quieres enterarte un poco más de esta historia que te voy contando.

Quiero finalizar repitiéndote que por favor, no lo olvides, lo que tu mente crea, eso creará.

Un beso 🙂